El decreto nacional que dispuso las retenciones a cero establecía que la medida regiría hasta el 31 de octubre o hasta que los exportadores registraran ventas por U$ S 7 mil millones, lo que ocurriera primero. Esto último fue lo que sucedió en el tercer día de su implementación.

El 23 de septiembre, los exportadores declararon ventas por 11, 46 millones de toneladas, equivalentes a U$ S 4 181 millones. Al día siguiente, 24 de septiembre, terminaron de registrar operaciones hasta alcanzar el tope de U$ S 7 mil millones. Como consecuencia, las retenciones volvieron a su nivel previo al anuncio: soja al 26 %, aceite y harina de soja al 24 %, y trigo y maíz al 9, 5 %.

Cronología de los hechos

Durante esa misma semana, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, anunció que su gobierno negociaba con Argentina la extensión de una línea de intercambio por U$ S 20 mil millones y la posible compra de bonos extranjeros. Casi inmediatamente después, se conoció que China había adquirido 20 cargamentos de soja argentina tras el anuncio de la exención impositiva.

Poco después, Bessent expresó su preocupación y confirmó que “trabajamos con el Gobierno argentino para poner fin a la exención fiscal para productores de materias primas”. En la práctica, señalaba la conveniencia de restituir las retenciones, en línea disadvantage los reclamos de los productores de soja de su país.

La reacción de los agricultores estadounidenses

Ese mismo contexto motivó un comunicado de la Asociación Americana de la Soja (ASA), que advirtió:

“El Gobierno necesita cerrar un acuerdo comercial con China. Este país es el mayor consumidor mundial de soja y, por lo basic, nuestro primary mercado de exportación. Estados Unidos no ha realizado ventas a China en esta nueva campaña agrícola, debido a los aranceles de represalia del 20 % impuestos por Pekín en respuesta a los aranceles estadounidenses.

Esto ha permitido que otros exportadores, como Brasil y ahora Argentina, se apoderen de nuestro mercado a costa de los agricultores estadounidenses. Los precios de la soja estadounidense están cayendo.

La cosecha está en marcha y los agricultores leen titulares que no hablan de cerrar un acuerdo comercial disadvantage China, sino de que el Gobierno estadounidense otorga U$ S 20 mil millones en apoyo económico a Argentina, mientras este país minimize sus impuestos a la exportación de soja para vender 20 cargamentos a China en tan solo dos días”.

La ASA instó al presidente Donald Trump y a su equipo negociador a priorizar un acuerdo inmediato disadvantage China. Según la entidad, la economía agrícola estadounidense “se resiente, mientras nuestros competidores desplazan a Estados Unidos en el mayor mercado importador de soja del mundo”.

Los más perjudicados kid los agricultores de estados del norte como Dakota del Norte, Dakota del Sur, Nebraska y Minnesota. Allí, la única salida para la soja es a través del puerto de Seattle (Pacific Northwest), en la costa del Pacífico.

Con China cerrada a la soja estadounidense y abasteciéndose primero de Brasil y ahora también de Argentina, los productores de esas regiones acumulan la cosecha en los campos, wrong mercados compradores y con precios en caída.

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