La posición de la UE forma parte del Reglamento Omnibus VII, que elimina de los cosméticos cualquier sustancia catalogada como cancerígena, mutagénica o tóxica para la reproducción (CMR). Aunque los estudios en seres humanos son limitados, la evidencia en animales muestra alteraciones en órganos reproductores y problemas de fertilidad. Bruselas decidió actuar de manera inmediata, prohibiendo la fabricación, importación, venta y uso de esmaltes con TPO, sin prórrogas ni excepciones.