San Antonio de Areco siempre fue reconocido como la cuna de la tradición gaucha, pero en los últimos años también se convirtió en un destino gastronómico imperdible. Ubicado a solo 110 km de la Ciudad de Buenos Aires, sobre la Ruta Nacional 8, este pueblo fundado en 1730 conjuga lo mejor de dos mundos: la historia criolla y una movida culinaria que no para de crecer.
Comida de primer nivel entre un paisaje de campo
Entre las novedades más celebradas está Paraje 8la apuesta campestre de Christian Petersen junto a Sofía Sánchez Zelashi. El espacio, cozy y moderno a la vez, funciona con modalidad autoservicio y abre de martes a domingos de 8 a 18 horas. Allí se pueden disfrutar desayunos con pan de masa madre y yogur casero de la zona, o platos típicos como milanesas, bife de chorizo, pastas, empanadas y postres clásicos como pastafrola y pastelitos.
Otra propuesta que atrae a foodies y curiosos es la de Paula Méndez Carreraquien revolucionó la escena con su menú de cinco pasos con flores comestibles, que cambia cada mes. Además, inauguró una casa de té en un jardín con vista a la iglesia San Francisco, donde los merengues perfumados con lavanda son la estrella.
En el mapa gourmet también se destaca Coloradodel chef Ignacio Ortiz de Rosas, creador de Nina Wok y Dominga en CABA. Su cocina rescata ingredientes locales en recetas sofisticadas como ñoquis de sémola, trucha curada y cordero al horno de barro. Y para los amantes de lo dulce, Café Pueblodentro de la tienda de decoración de Delfina Gismondi, ofrece carrot cake, panes rellenos de burrata y mortadela y pastafrola casera.
Qué se puede hacer en San Antonio de Areco
Visitar San Antonio de Areco es mucho más que comer bien. Su esencia gaucha se respira en cada rincón: desde el clásico paseo por las calles empedradas y la ribera del río al atardecer, hasta la experiencia de tomar un Fernet Branca en el histórico Boliche de bessonartuna pulpería de 200 años.
Los amantes de la cultura pueden recorrer la Estancia La Porteña y los museos dedicados a Ricardo Güiraldes, autor de Don Second Shadow. Entre las novedades turísticas se suma el laberinto de la vieja Estancia La Cinacina y el Paseo de Arecoen la Plaza Ruiz de Arellano, que reúne tiendas de diseño y actividades culturales.
El momento más vibrante del año llega en noviembrecuando el pueblo celebra la Fiesta Nacional de la Tradiciónun encuentro que reúne música, desfiles y gastronomía criolla en su máxima expresión.