El triple femicidio de Florencio Varela volvió a poner en el centro de la escena el narcotráfico en la Provincia de Buenos Aires y la Capital Federal. ¿Quién lo administra? Es la gran pregunta que muchos se hacen pero pocos se animan a darle una respuesta certera.
No quedan dudas que esta actividad ilícita y tan arraigada no podría llevarse a cabo sin una connivencia con el poder. Por caso, la diferencia con la ciudad de Rosario es que allí suelen darse tiroteos públicos y la disputa es cuerpo a cuerpo. En territorio bonaerense no es común que eso suceda por lo que podría explicarse que el narcomenudeo está relacionado a una organización con poder de fuego, pero que además pueda llegar a incidir en causas judiciales, con facultades para ordenar allanamientos y efectivizar detenciones.
En casi todas las barriadas vulnerables de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, los vecinos saben dónde y quiénes son los minoristas -aquellos que venden al consumidor en forma directa- pero las fuerzas policiales aparentemente no tienen investigadores especializados para detectar esos puntos. En ocasiones las fuerzas de seguridad sostienen que cuando detienen a alguien dedicado al menudeo, no se le da importancia. Pero solo a través de esos personajes podría llegarse a los mayoristas y grandes proveedores de estupefacientes.
Una mano invisible mueve los hilos del narcotráfico a la vista de todos, y nos pasa por el costado. Hasta que un hecho tan sangriento como espeluznante como el ocurrido esta semana, que le costó la vida a Brenda Del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, vuelve a poner en la mira esta problemática que encierra una trama de poder y dinero.
Sino no se explicaría cómo el líder narco señalado como quien ideó los brutales crímenes, y transmitió en vivo por redes sociales, apodado “Pequeño J”, actuó de la manera que lo hizo. Este joven, que también se hace llamar “Julito”, tiene 23 años y es de nacionalidad peruana.
Lo inexplicable es que todos los que hablan con naturalidad al referirse al Pequeño J, a la villa 1-11-14 y a un joven traficante de La Matanza, todos sabían pero los que tenían que actuar no actuaban. Todos tienen en claro que no trabaja sólo, pero es muy probable que a la hora de hurgar en el entramado del funcionamiento de esta banda narco -de las tantas que operan en el país- se topen con los “intocables”. Y ahí es cuando se complica llegar hasta el fondo de la cuestión para desenmascarar a quienes están detrás del narcotráfico en la Provincia.
En el caso de “Pequeño J”, actualmente tiene un pedido de captura y los pesquisas buscan quebrar a los cuatro detenidos, que integrarían la misma banda narco, para que puedan dar detalles de cómo fue planificada la escena del triple crimen que conmueve al país. Pero también para intentar ir más allá.
También en las últimas horas apareció una nueva pista: están tras los pasos de un joven traficante de La Matanza, muy cercano a Brenda. Se filtró que el acusado es reconocible a simple vista por una señal física muy característica, que no fue descripta. Le indilgan operar entre el menudeo de droga y extorsiones en la zona del monoblock 19 de Ciudad Evita. Justamente el sitio donde residía la mencionada víctima del triple crimen.
Vale resaltar las declaraciones del ministro de Seguridad bonaerense Javier Alonso, quien detalló que las chicas fueron vistas por última vez el viernes pasado a las 21:30 cuando subieron voluntariamente a una camioneta blanca adulterada en la rotonda de La Tablada, creyendo que asistían a un evento. “Cayeron en una trampa organizada por una organización transnacional de narcotráfico que había diseñado una estrategia para asesinarlas”, explicó el funcionario.
En casi todas las barriadas vulnerables de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, los vecinos saben dónde y quienes son los minoristas o sea los que venden al consumidor en forma directa pero las fuerzas policiales aparentemente no tienen investigadores especializados para detectar esos puntos. En ocasiones las fuerzas de seguridad sostienen que cuando detienen a alguien dedicado al menudeo, no se le da importancia. Pero solo a traves de esos personajes podrá llegarse a los mayoristas y grandes proveedores de estupefacientes.