Este martes 9 de septiembre organizaciones sociales y civiles de Argentina y el mundo marcharán para denunciar el impacto de las falsas acusaciones judiciales. Según sostienen, se trata de un delito que vulnera derechos fundamentales y provoca daños irreparables en hombres, mujeres y, sobre todo, en niños.
La movilización central será en la Ciudad de Buenos Aires, frente al Congreso Nacional, a las 16 horas. Pero el reclamo tendrá un carácter federal inédito: habrá marchas en 18 provincias y 20 ciudades, entre ellas La Plata, Rosario, Córdoba, Mendoza, Tucumán, Salta, Misiones, San Luis, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, Catamarca, La Rioja, Santiago del Estero, La Pampa, Chaco y San Juan. En cada localidad se eligieron plazas centrales o edificios judiciales como puntos de encuentro. En La Plata, la concentración será a las 17 en Plaza Moreno.
El Día Internacional contra las Falsas Denuncias nació en Inglaterra, en homenaje al profesor Simon Warr. El docente fue acusado injustamente de abuso por algunas de sus alumnas, que luego admitieron haber inventado el relato. Aunque fue absuelto, el proceso lo devastó: durante la investigación contrajo cáncer y poco después falleció. Sus estudiantes instituyeron en su memoria el Falsely Accused Day, y cada 9 de septiembre realizan actividades de concientización. Con los años, la fecha trascendió fronteras y hoy se replica en Europa, Estados Unidos, Oceanía y América Latina.
Los casos que marcan a La Plata
La capital bonaerense se convirtió en una de las ciudades con mayor cantidad de historias que exponen el drama de las denuncias falsas.
Uno de los episodios más recientes tuvo como protagonista a un comerciante de barrio. Pasó dos años en prisión acusado de maltratar a sus hijos a golpes con un palo, cuando en realidad era la madre quien los castigaba con violencia. Tras una cámara Gesell, la Justicia comprobó la inocencia del hombre, que recuperó la libertad en 2024. Hoy intenta reconstruir su vida y el vínculo con los menores, mientras la mujer que lo denunció permanece en libertad.
Otro hecho que conmovió a los vecinos ocurrió cuando un hombre fue detenido después de que su compañera sentimental lo denunciara por agresión. Lo que había ocurrido era que ella lo persiguió con un cuchillo con decisión de dañarlo dentro de la casa y, en medio del forcejeo, perdió una prótesis dental. El acusado pasó un año y medio en la cárcel hasta que pudo probar lo ocurrido. Recuperó la libertad hace pocos días, pero aún no logró revincularse con sus dos hijos pequeños.
Un juez de Familia de La Plata, en diálogo con este diario bajo estricta reserva de identidad, reveló la magnitud del problema: “En 2023 recibimos unas 12.000 denuncias de mujeres contra hombres. Al menos 9.000 son falsas, pero muchas veces tenemos las manos atadas ante un sistema que nos controla, presiona y favorece a quienes se aprovechan de esta situación. Las verdaderas víctimas terminan con sus vidas destrozadas, y no hablo solo de los hombres: también de hijos, abuelos, tíos, amigos y toda una red familiar que pierde vínculos que después cuesta años recuperar o no se recuperan nunca”.
La lista de casos continúa. Un vecino perdió su casa, sus ahorros y hasta el contacto con sus hijos tras una denuncia por supuesto maltrato psicológico y económico, iniciada luego de que su antigua esposa lo abandonara. Obligado a entregar la vivienda que le pertenecía desde que era soletero en solo diez días –en la que vivía con sus hijos-, terminó viviendo de prestado en la casa de un familiar. Entre nuevas acusaciones y restricciones judiciales, apenas logra ver a sus hijos de forma esporádica.
El mecánico platense Ezequiel Ríos estuvo más de cuatro años preso acusado de abusar de sus hijas. Durante el juicio, la fiscalía desistió de la acusación al comprobar que la denuncia había sido inducida por la madre de las menores. Ríos recuperó la libertad este año, pero lucha por recomponer el vínculo con sus hijas.
Otro ejemplo es el de Sergio Urquiza, denunciado en 2014 por abuso sexual de su hija. Aunque nunca fue encarcelado, atravesó un extenso proceso judicial que lo privó de verla durante casi una década. “Fue privado de ver a una bebé y hoy lo revinculan con una adolescente”, señaló su abogado, Miguel Molina.
También resuena el caso del ex rugbier Herman Krause, cuya ex compañera sentimental se llevó ilegalmente a sus hijos a Brasil. Desde hace más de dos años no logra verlos.
Un drama que trasciende lo personal
Las organizaciones insisten en que el reclamo no busca confrontar con la lucha contra la violencia de género, sino advertir sobre cómo el uso malicioso de denuncias judiciales deja víctimas inocentes en el camino.
El caso de Lucio Dupuy es un emblema doloroso. El niño pampeano de 5 años fue asesinado por su madre y su pareja en 2021. Su abuelo, Ramón Dupuy, responsabiliza también a la Justicia: “La progenitora llenó de denuncias falsas a mis hijos y la jueza Ana Clara Pérez Ballester las convalidó, sacándonos a Lucio y entregándoselo a esa persona. Por eso digo que la magistrada fue la tercera asesina: con un simple seguimiento se habría salvado la vida de mi nieto”.
Las estadísticas
El Observatorio de Falsas Denuncias elaboró un informe que contabiliza 1.892 denuncias en todo el país, de las cuales:
• 42% corresponden a la provincia de Buenos Aires.
• 15% a la Ciudad de Buenos Aires.
• 6% a Córdoba y Santa Fe, cada una.
Otros datos muestran la magnitud del fenómeno:
• El 25% de los acusados (455 personas) permanecen en prisión preventiva sin condena firme.
• 374 perdieron sus trabajos.
• 107 hijos de denunciados sufrieron bullying escolar.
• 22 personas se suicidaron tras atravesar este proceso.
Un estudio de la asociación estadounidense SAVE reveló que en Argentina el 11% de los adultos aseguró haber sido víctima de una denuncia falsa, lo que proyectado a la población significa más de 3 millones de personas.
La organización Infancia Compartida advierte que la manipulación de acusaciones muchas veces tiene como objetivo interrumpir vínculos paternofiliales. Según un relevamiento en escuelas primarias del interior, en el 20% de las aulas hay niños atravesando procesos judiciales por denuncias de este tipo.