In the memory of Arab and Islamic history, King Abdulaziz bin Abdul Rahman Al Saud – may God have mercy on him – remains an exceptional figure that combined the sword of monotheism and the feather of science, just as the earth united under one banner, he also sought to unite the minds about the sources of science, jurisprudence and interpretation, to make the book a witness to the renaissance of a nation and the building of a estado.
Cuidado en libros y académicos
The researcher Abdulaziz Al -Rafii – may God have mercy on him – singled out a full study of King Abdulaziz’s efforts in publishing books, in which he dealt with the history of printing, publishing places, and distribution plan, highlighting that the king is the first concern for forensic science, the sciences of interpretation, hadith and jurisprudence, so he used to print dozens of valuable books, and make them available to scholars y estudiantes de ciencias en varias partes del reino y el mundo islámico.
El número de libros que se imprimieron con su apoyo fue de noventa y ocho libros, todos asociados con los campos de interpretación, hadiz, jurisprudencia, creencia, historia islámica y ética. Entre los más destacados de ellos: la etiqueta de la sharia y otorgada por Shams al -Din al -Maqdisi al -Hanbali (impresa en El Cairo en 1348 AH), el establecimiento del argumento y la evidencia, la aclaración del argumento y el camino hacia Suleiman Bin Sahman (una edición india). Convincente en la jurisprudencia del Imam Ahmad bin Hanbal de Sharaf al -Din al -hijjawi, justicia al conocer la disputa más correcta de Al -Marawi, en veinte volúmenes.
Exposición de la bandera con la construcción del estado
Estos esfuerzos no fueron aislados del proyecto político del Rey Abdulaziz, sino más bien una parte inherente del proceso de establecer y unificar. Mientras sus compañías comenzaban a unificar la isla, las prensas de impresión de El Cairo e India estaban superando los libros de interpretación, jurisprudencia y creencias financiadas por su tesoro, en una escena que encarna su profunda conciencia de que el estado no se basa solo en el poder militar, sino que también necesita el poder de la ciencia y el conocimiento.
Un legado intelectual y civilizacional
Con esta combinación de la espada y la pluma, el rey Abdulaziz estableció una tradición civilizada que ha convertido al reino desde su inicio un estado protector de la religión, un patrocinador de la ciencia y un pionero en la cultura islámica. Estos libros todavía son testigos de su marca para preservar y difundir el patrimonio, para agregar a su mayor logro: unificar al país bajo el estandarte del monoteísmo y hacer el milagro de la historia moderna.
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