Lo que comenzó como un momento de diversión y adrenalina para tres adolescentes en las pintorescas vías de Spanish Fork Canyon, Estados Unidos terminó en una horrible tragedia que marcó a sus familias y a los trabajadores ferroviarios.
Essa Ricker y Kelsea Webster, ambas de 15 años, junto con la hermana menor de Kelsea, Savannah, de 13, se acercaron a las vías para tomarse una selfie mientras un tren pasaba a gran velocidad.
La euforia del momento fue capturada por Savannah en una publicación de Facebook, donde escribió: “Standing right by a train ahaha this is awesome!!!!” (Paradas al lado de un tren, esto es increíble).
Mientras posaban, con el viento despeinándoles el cabello y la emoción reflejada en sus sonrisas, un peligro inminente se acercaba sin que ellas lo notaran: otro tren venía en sentido contrario. La fotografía incluso muestra el brillo de los faros acercándose, un presagio de los doce segundos fatales que seguirían.
Dentro de la locomotora del tren que se aproximaba, el conductor John Anderson y el maquinista Michael Anderson (sin parentesco) las vieron y tocaron la bocina con desesperación. Sin embargo, las jóvenes no reaccionaron, pues, como recordó John, “Estaban en su propio mundo”.
El tren avanzaba a casi 40 millas por hora. A pesar de que los maquinistas aplicaron los frenos de emergencia, un tren a esa velocidad necesita más de un kilómetro para detenerse por completo.
John relató con la voz quebrada por el recuerdo: “Las vimos durante unos 12 segundos hasta que desaparecieron de nuestra vista y el tren siguió avanzando”.
Cuando el tren finalmente se detuvo, unos 400 metros más adelante, John corrió hacia atrás. Lamentablemente, encontró a dos de las chicas sin vida.
Savannah, la más joven, fue hallada herida y alterada cerca del cruce ferroviario. John la acompañó y le sostuvo la mano hasta la llegada de los paramédicos, intentando calmarla: “Le dije que todo iba a estar bien y se calmó un poco. Realmente pensé que iba a sobrevivir”, contó.
Este intento de sacarse una foto junto a las vías terminó en una pesadilla que dejó un dolor eterno y una lección trágica sobre los peligros de acercarse a las vías del tren.