Las poblaciones de pulpos en la Bahía de Izmir, ubicadas a lo largo de la costa occidental de Türkiye, una vez una vista común en las aguas locales, han disminuido constantemente debido a factores como la sobrepesca, el calentamiento global y la desaparición de fuentes de alimentos importantes. Para contrarrestar esta disminución, los investigadores de la Universidad de EGE han lanzado un proyecto para proteger los pulpos y aumentar sus números mediante la instalación de arrecifes artificiales diseñados para servir como terrenos de reproducción y refugio.
El proyecto está dirigido por el profesor Ali Ulaş, de la facultad de pesca de la Universidad de Ege, el Departamento de Tecnología de Pesca y Procesamiento, quien explicó que los arrecifes crean espacios seguros para que los pulpos vivan y se reproduzcan. “De esta manera, mientras creamos un nuevo caldo de reproducción, también aumentamos el número de refugios en la región, lo que ayuda a impulsar la población de pulpos”, dijo.
Los arrecifes artificiales no son nuevos en el mundo de la conservación marina. A nivel mundial, se han utilizado desde la década de 1950 para proteger la vida marina y mejorar la biodiversidad. En Türkiye, la Universidad de EGE fue pionera en los estudios de arrecifes artificiales en la década de 1980, y la iniciativa actual se basa en esa experiencia. Los arrecifes recién colocados en la bahía de Izmir están diseñados específicamente para pulpos, que se han identificado como una de las especies más afectadas por las presiones ambientales.
Ulaş enfatizó que los pulpos son criaturas altamente inteligentes, pero también “dependientes del hábitat”, lo que significa que requieren guaridas seguras y escondites para sobrevivir en un área determinada. “Si un pulpo no puede encontrar un refugio, se siente amenazado y abandona el área. Por lo tanto, el número de pulpos en una región está directamente relacionado con la cantidad de refugios disponibles. Según este entendimiento, desarrollamos un módulo de refugio especial para pulpos para apoyar las corrientes naturales en la bahía”, explicó.
Los refugios artificiales se construyeron a partir de concreto y se diseñaron para parecerse a los hábitats rocosos naturales donde los pulpos típicamente residen. Para reducir el riesgo de interacciones químicas del concreto, se colocaron macetas de arcilla dentro de cada refugio. El proceso de despliegue implicó una cuidadosa coordinación entre los buzos y los buques de grúas, que colocaron los bloques de arrecifes en áreas seleccionadas de la Bahía de Izmir.
Estos arrecifes ya están siendo utilizados por pulpos, ofreciéndoles nuevos locales de reproducción y hábitats seguros. Según Ulaş, los pulpos migran hacia las costas de la Bahía de Izmir en septiembre y octubre, pasan los meses de invierno en aguas costeras poco profundas y luego regresan a aguas más profundas entre marzo y abril. Se espera que los arrecifes artificiales fortalezcan este ciclo de migración natural al proporcionar guaridas adicionales durante su estadía en aguas poco profundas.
El proyecto no solo beneficia la vida marina, sino que también tiene implicaciones económicas para la comunidad local. Al ayudar a aumentar el número de pulpos, crea nuevas oportunidades para los pescadores, que han estado luchando con la disminución de las capturas en los últimos años. “De esta manera, apoyamos la biodiversidad al tiempo que aseguramos que los pescadores puedan confiar en recursos sostenibles”, dijo Ulaş.
El Ministerio de Agricultura y Forestación también ha notado el problema y está preparando un proyecto de arrecifes artificial de pulpo más amplio en respuesta a la disminución de la producción de pulpos. La iniciativa planificada cubrirá la bahía de Izmir y se extenderá a través de Foça, Karaburun y Urla, todas las cuales son importantes áreas de pesca y biodiversidad marina a lo largo de la costa del Egeo.
A través de este esfuerzo conjunto, los investigadores y las autoridades esperan restaurar el equilibrio al ecosistema marino de Izmir Bay, asegurando que los pulpos sigan siendo una parte vital tanto de la biodiversidad como de los medios de vida locales en los próximos años.