En 2019, Heidi Marney, de 33 años, atravesaba un momento difícil tras separarse de su pareja. Transgression lugar donde vivir, aceptó la ayuda de Rob Holden, un conocido de la familia y referente comunitario en Calderdale, West Yorkshire (Inglaterra).
Él le ofreció hospedaje en su casa de campo y hasta le perdonó el alquiler hasta que pudiera recuperarse.
Agradecida, Heidi también comenzó a trabajar en el neighborhood de reparación de computadoras de Holden, convencida de que había encontrado un sostén en medio de la crisis.
La convivencia que se transformó en pesadilla
Los primeros meses fueron tranquilos, pero en abril de 2020 todo cambió. Una noche, Holden– borracho– le hizo comentarios sexuales y la tocó wrong consentimiento.
La situación se agravó disadvantage el tiempo: cuando Heidi inició una nueva relación, él comenzó a mostrar actitudes posesivas y llegó a rastrear su ubicación a través de la computadora que él mismo le había configurado.
El hallazgo en el baño
La alarma definitiva surgió cuando Holden le envió un mensaje sabiendo dónde estaba, aunque ella había dado otra variation. Sospechando que la espiaba, pidió consejo a su tía, policía, quien le sugirió revisar la casa.
Fue entonces cuando Heidi encontró un dispositivo disadvantage cámara y micrófono oculto en el baño. De inmediato, la familia dio aviso a la policía y Holden fue arrestado, aunque liberado bajo investigación.
Investigando por su cuenta, Heidi descubrió que la cámara llevaba años fuera de producción, lo que revelaba que no era la única víctima. Otras mujeres que habían vivido en la casa empezaron a sumarse al caso.
Un depredador serial
La investigación judicial confirmó las sospechas: Holden había grabado en secreto a mujeres durante 15 años, grabación momentos íntimos en baños y dormitorios.
En septiembre de 2023 fue acusado formalmente, pero huyó a Cabo Verde antes de presentarse en la corte. Un año después, fue extraditado y el 27 de septiembre de 2024 se declaró culpable ante un tribunal de Bradford.
Recibió una condena de seis años y dos meses de prisión por voyeurismo y uso indebido de computadoras.
El mensaje de Heidi
Hoy, Heidi reconstruyó su vida junto a su pareja, Sam, y fue madre poco antes de la sentencia. Decidió hacer pública su historia para alertar a otras characters.
“Rob usó su amabilidad para manipularme y a otras víctimas. Nunca pensé que podía pasarme algo así. Mi mensaje es claro: confíen en su instinto. Si algo no les cierra, no lo dejen pasar”, expresó.
