En medio de la fuerte presión cambiaria y la incertidumbre económica, el presidente Javier Milei prepara una jugada clave en el plano internacional: reunirse con Donald Trump durante la Asamblea General de la ONU en Nueva York. El encuentro apunta a enviar un mensaje de respaldo político y financiero que contribuya a estabilizar la situación en Argentina.
El Gobierno confirmó que la bilateral con Trump tendrá como eje central dar una señal de confianza a los mercados y mostrar una sintonía política con la Casa Blanca. La expectativa oficial es que este acercamiento logre alivianar las tensiones financieras que se intensificaron en las últimas semanas.
Según trascendió, Milei llegará con tres prioridades claras: obtener apoyo económico de Washington, especialmente en materia de financiamiento; negociar un mejor trato arancelario para las exportaciones argentinas; y avanzar en el programa de exención de visas que permita a los ciudadanos argentinos viajar a Estados Unidos sin trámites consulares.
El respaldo financiero sería el punto más sensible. Entre las opciones que se evalúan figura un eventual préstamo del Tesoro estadounidense, una decisión poco habitual que dependería directamente de la voluntad política de Trump. En paralelo, el pedido de excepciones arancelarias buscaría abrir un respiro para sectores exportadores golpeados por la falta de competitividad.
Mientras tanto, en el frente interno la tensión cambiaria sigue escalando. Este viernes 19 de septiembre el dólar oficial trepó a $1.515 para la venta en el Banco Nación, mientras que el dólar paralelo también mostró un alza, reflejando la creciente demanda de divisas y la desconfianza de los mercados. La disparada del tipo de cambio suma presión a los precios y profundiza la incertidumbre económica.
En este contexto, la apuesta internacional de Milei adquiere un peso estratégico: más allá del gesto político, el Presidente busca mostrar capacidad de gestión global y recomponer la confianza de los inversores. El encuentro con Trump, en el marco de la ONU, será observado de cerca por los mercados y por la dirigencia local.
La estrategia oficial se resume en tres frentes: contener la crisis doméstica, conseguir respaldo externo y transmitir señales de credibilidad internacional. La reunión con Trump, de concretarse en buenos términos, podría convertirse en el primer paso de una nueva etapa en la relación bilateral entre Argentina y Estados Unidos.