Una cuestión muy importante a recalcar es que Sarmiento no tuvo un título profesional, ni estudios especializados para ejercer esa función. El enfrentamiento entre unitarios y federales le había impedido obtener una beca para ir y estudiar a Buenos Aires. Entonces, ante tal impedimento, se planteó una extraordinaria formación intelectual autodidáctica. Se formó a sí mismo, para adquirir una vasta cultura general por sus propios medios. Sarmiento decía: “los hombres que no tienen títulos de suficiencia, están obligados a imponerse por otros medios”. Cuando funda la escuela de formadores de maestros, entrega un informe al Ministro Montt, donde dijo: “la instrucción primaria es la medida de la civilización de un pueblo. Donde es incompleta, donde yace abandonada y al alcance de un corto número, hay un pueblo semibárbaro”. Divulgó reformas sobre la enseñanza, pidiendo a los educadores que leyeran en voz alta, con dicción correcta y fluida. Criticó duramente a quienes ignoraban el arte de leer bien, es decir a los malos maestros que acostumbran a leer con una voz monótona o aburrida e inexpresiva. Sostenía: “el que no sabe, gracias a una lectura inteligente, devolver vida a las palabras puestas en el papel, es incapaz de darse cuenta de su contenido”. Predicó en favor de una caligrafía para escribir con letra redonda, perfilada, clara y pareja. Decía que la buena letra, es un medio económico y de elevación personal, mientras que la mala es propia de haraganes. También se refirió a la labor del educador, donde el maestro pone la ciencia de la época al alcance del hijo del campesino. Pero no basta la ciencia para saber enseñar, se requiere cierta vocación especial, amor a la infancia, una especie de gozo de enseñar, que es muy visible en ciertos maestros. Fundó la revista “El monitor de las escuelas primarias” donde incluye temas educativos y de la educación pública. Entonces para que haya civilización es necesario que toda la república sea una escuela, es decir el mayor número posible de ciudadanos instruidos. Si la educación debe alcanzar a todo el pueblo, el problema educativo no es sólo un asunto técnico, sino una gran cuestión política que debe ser resuelta por los poderes del Estado. Y como presidente de la nación es donde más se destaca. Ya tenía bien definidas sus ideas acerca de los problemas educativos. Se propuso establecer una escuela primaria para todos los niños y adultos analfabetos. De ahí su frase: “Educar al soberano, al pueblo todo”.