San Fernando, Buenos Aires se vio interrumpida este jueves, cuando un enfrentamiento a tiros en la intersección de Balcarce y Ruta 202 dejó como saldo a un sargento asesinado y a otro policía con nueve impactos de bala. El presunto autor de los disparos, un hombre de 34 años identificado como G.G.C., fue detenido poco después y también presenta heridas de arma de fuego.

El trágico suceso se desencadenó cerca de las 12:40, cuando agentes del Comando de Patrullas municipal intentaron identificar a un hombre con “actitud sospechosa” en la vía pública. Según fuentes policiales, el sospechoso caminaba cerca del aeropuerto y, minutos antes, había intentado arrojarse debajo de un vehículo que logró esquivarlo a tiempo.

Vecinos, alertados por este episodio, contactaron a la policía, que acudió al lugar para auxiliar al hombre y solicitar una ambulancia, ya que, según las primeras informaciones, presentaba un golpe en las piernas y un corte en la mano. Sin embargo, en un contexto que aún se investiga, el hombre se resistió al procedimiento policial y comenzó a forcejear con los uniformados. Fue en ese momento cuando logró quitarle el arma a uno de ellos y comenzó a dispararles.

Uno de los disparos resultó fatal, impactando en el sargento Germán Farías, quien lamentablemente falleció poco después de ser trasladado al hospital. Su colega, el policía Maximiliano Lescano, que también intervino en el hecho, recibió nueve disparos durante el enfrentamiento. Fuentes médicas informaron que Lescano ingresó al Hospital Petrona de Cordero con “múltiples impactos de bala en las piernas”, pero sus lesiones fueron “todas en partes blandas, sin compromiso grave”.

La Unidad Fiscal de Instrucción Criminal de San Fernando, a cargo de Martín Otero, tomó intervención en el caso e inició la búsqueda del sospechoso, quien se había fugado tras el tiroteo. Poco después, personal policial de apoyo logró localizar y detener a G.G.C. en las inmediaciones del lugar. El detenido también fue trasladado al mismo hospital que el policía herido, presentando “lesiones por arma de fuego en glúteo, pie, mano y clavícula” y se encuentra bajo evaluación médica.

Mientras tanto, las fuerzas de seguridad continúan recabando testimonios y pruebas en la escena, que permanece resguardada.

Un mes de luto para la fuerza policial

Este lamentable suceso ocurre a menos de un mes del asesinato del oficial Maximiliano Joaquín Gargiulo, integrante de la Unidad de Policía de Prevención Local (UPPL) de Lanús. Gargiulo, de 33 años, murió el pasado 24 de julio a consecuencia de las heridas sufridas por un disparo en la cabeza durante una persecución en Villa Caraza.

El oficial Gargiulo patrullaba en moto junto a un sargento por Remedios de Escalada cuando detectaron un Volkswagen Golf GTI gris oscuro con varios ocupantes. Al intentar identificarlos, los sospechosos emprendieron la fuga, desatando una persecución que se extendió por varias cuadras y partidos, ingresando a Lomas de Zamora.

Los fugitivos se detuvieron en la intersección de Bucarest y Mario Bravo con Ostende, en Villa Centenario, donde al menos tres individuos descendieron del vehículo y se dispersaron.

Gargiulo continuó a pie la persecución de dos de ellos hasta un domicilio en Conesa al 1200. Al llegar a esa vivienda, el oficial fue agredido por personas que se encontraban en el lugar, y en medio del forcejeo, recibió un disparo en la cabeza, con orificio en la nuca, que quedó alojado en su cráneo.

Gargiulo cayó en la calle La Haya y fue trasladado de urgencia al Hospital Evita, donde se le practicó una cirugía. Su estado fue crítico y reservado, falleciendo semanas después de los hechos.

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