Si la capacidad de remontar un partido indica la resistencia de un equipo a la adversidad, el Barça es de hierro: lo demuestran sus últimos resultados, con cuatro remontadas consecutivas, desde que el choque ante el Alavés hasta el partido del Eintracht.
Comienza a ser ya un clásico: el Barça no entra bien en los partidos, pero es capaz de darles la vuelta como un calcetín. Parece incluso cómodo en ese papel de equipo acostumbrado a remontar, como si le fuesen los grandes retos, acostumbrado a vivir desafíos de altura con una naturalidad pasmosa. Cuestión de fe.
Aunque el Barça cayó de manera estrepitosa ante el Chelsea (3-0)partido que no pudo remontar (ni siquiera estuvo cerca de hacerlo), desde entonces, cuenta sus partidos por remontadas.
Primero, ante el Alavés, cuando encajó un gol en el primer minuto de partido para acabar ganando 3-1.
Liga de Campeones: FC Barcelona – Eintracht Frankfurt. / Joan Monfort / AP
Lo mismo sucedió ante el Atlético: primer gol del rival, para que el Barça acabase ganando por idéntico resultado, 3-1.
En Sevilla, ante el Betis, en uno de los partidos más locos que ha jugado el Barça esta temporadamás de lo mismo: gol inicial de Antony, pero remontada espectacular del Barça, que llegó a ponerse 1-5.
Finalmente, también el Eintracht fue víctima en el Camp Nou de la capacidad de resiliencia del Barça. Se adelantó en el Camp Nou con un gol de Knauff en la primera parte: metió el miedo en el cuerpo de los barcelonistas, pero dos goles de Koundé permitieron al Barça sumar tres puntosanotarse una victoria básica para seguir vivo en la Champions y sonreír nuevamente: ninguna adversidad puede con este equipo.








