El próximo rival del Barça en la Champions, el Eintracht de Frankfurt, aterriza en Barcelona con un importante lastre: además de ser el equipo más goleado de la Bundesliga, con 29 goles en contra, viene de encajar un 6-0 en Leipzig y de recibir un 0-3 en su último choque de Champions, ante el Atalanta.
Las cifras son demoledoras: el Concordia ha disputado 20 partidos oficiales esta temporada y ha recibido 44 goles, a una media de 2,2 tantos encajados por encuentro (41-44 de balance global). En la Bundesliga, su hoja de servicios habla de 28 goles marcados y 29 encajados en solo 13 jornadas (2,23 en contra por partido), con un diferencial negativo pese a estar séptimo en la tabla.
La sensación es de equipo demasiado frágil en defensa. En la Bundesliga ha protagonizado resultados de locura: derrota 3-4 en casa ante el Union Berlin y victoria 6-4 en Mönchengladbach, partidos que confirman que el Eintracht es capaz de hacer daño arriba… pero también de descomponerse atrás con una facilidad preocupante.
Si en la Bundesliga sufre, en la Champions la fotografía es todavía peor. En la fase de liga, el Eintracht presenta un pobre balance de una victoria, un empate y tres derrotas, con 7 goles a favor y 14 en contra. Está hundido en la parte baja de la clasificación, con solo cuatro puntos y una diferencia de -7, muy lejos de la zona que da acceso a la fase eliminatoria.
El Eintracht ganó 5-1 al Galatasaray en el estreno de la Champions, pero luego perdió 5-1 en el campo del Atlético, cayó goleado en casa ante el 1-5 en casa frente al Liverpool y perdió 0-3 ante el Atalanta. Entre medias, un resultado curioso, en el caso del Eintracht, 0-0 ante el Nápoles.
La afición del Eintracht en el Camp Nou en 2022 / Redes
13 goles encajados
El último aviso ha sido sonoro: 6-0 en el campo del RB Leipzig, con ‘hat-trick’ del joven Yan Diomande en menos de veinte minutos tras el descanso. La goleada ha acabado de destapar las costuras defensivas del equipo, que acumula 13 goles encajados en sus últimos tres partidos oficiales si se suman Leipzig y Atalanta, más los precedentes europeos.
En Alemania, la prensa y el propio Toppmöller han puesto el foco en la “mentalidad defensiva”: se señala la falta de solidez en las transiciones, los desajustes en la línea de tres centrales y la fragilidad a la hora de defender centros laterales y segundas jugadas. Muchos de los goles recibidos llegan tras pérdidas propias y defensas corriendo hacia su propia portería.
Adiós a Trapp
Parte de la explicación está en la reconstrucción de la zaga. El Eintracht ha dicho adiós a referentes como Tuta o al veterano portero Kevin Trappy ha remozado la retaguardia con la llegada de Rasmus Kristensen, el crecimiento de Nathaniel Brown y un nuevo reparto de jerarquías con Robin Koch como jefe de la defensa. En la portería, Michael Zetterer ha tomado el relevo en un contexto nada sencillo.
El Eintracht es un equipo descompensadoque marca muchos goles pero que encaja demasiados. Y que solo ha logrado una portería a cero en la Champions, ante el Nápoles.








