El Racing de Santander vive un momento deportivo dulce. Segundos en la clasificación de LaLiga Hypermotion, los de José Alberto apuntan a seguir en discusión por los sitios de ascenso directo. Pero en la calle, donde realmente laten sus valores, el protagonismo lo tiene su Fundación. Bajo la dirección de César Anievas, un racinguista criado a pies de los Campos de Sport de El Sardinero y que aún habla con emoción de las tardes con sus abuelos camino del estadio, el club ha convertido su escudo en algo más que un símbolo futbolístico: en una herramienta de transformación social.
El pasado fin de semana, el Racing dio un paso histórico con la iniciativa ‘Donantes de Logo’. Frente al Granada, los jugadores saltaron al césped sin escudo y sin patrocinadores. En su lugar, lucieron los nombres de niños que esperan un trasplante de órganos. Una imagen inédita que solo fue posible porque todas las marcas cedieron su espacio publicitario.
RECORD DE ABONADOS… MÁS QUE LA ÉPOCA DE EUROPA
Para Anievas, esta y otras iniciativas son “una demostración de que hay causas por encima de cualquier marca”, un mensaje que busca visibilizar la urgencia de la donación infantil en España, donde apenas el 2% de los donantes son pediátricos. “Lo que queremos es cambiar la mentalidad de la gente, que no vean al Racing solo como un club de fútbol, como un negocio. Llevarlo a muchos puntos de nuestra región. Además, tenemos la suerte de ser el único club profesional de una provincia como Cantabria”, puntualiza Anievas.
Lo que queremos es cambiar la mentalidad de la gente, que no vean al Racing solo como un club de fútbol, como un negocio
Las camisetas solidarias se venden y subastan para apoyar a la Fundación ALCER, que acompaña a familias obligadas a trasladarse a hospitales lejos de casa durante meses. El Racing, dice Anievas, tiene la responsabilidad de usar su capacidad de influencia “para hacer un bien social”. Y los resultados no solo se notan en las gradas -récord histórico de abonados-, sino en la vida de quienes más lo necesitan.
Cesar Anievas, director de la Fundación del Racing / CLUB DE CARRERAS
Programas como ‘Memoria Racinguista’ son ejemplo de esa misión. Exjugadores de los años 70, 80 y 90 visitan residencias para compartir recuerdos con los mayores que un día los aplaudieron desde la grada. “Se retroalimentan. Ellos mismos recuerdan esos tiempos, recuerdan a esos aficionados que iban al estadio, muchos de ellos que están en esos centros de mayores, que iban a verlos. Es una cosa maravillosa, las reacciones que ves entre unos y otros. Es una manera de volver a esa época y a vincularles emocionalmente con el club”, explica Anievas, consciente de la importancia de mantener siempre la identidad presente.
Algo similar ocurre con ‘Mujer Global’, destinado a mujeres víctimas de trata, guerra o maltrato: “Nunca habíamos trabajado en ese ámbito con mujeres que han venido engañadas por la trata de personasque huyen de la guerra, del maltrato. Son perfiles muy complicados, cuyo ocio y deporte quizás sea de lo último que piensan. Tengo que agradecer a ‘Nueva Vida’ y a ‘Fundación Diagrama’, dos fundaciones que trabajan en ese ámbito. Son un poco las que nos envían a estas mujeres que su preocupación es tener una segunda oportunidad en su vida. Insertarse laboralmente, intentar reconducir su vida de una manera, tener una vida mucho mejor de la que han tenido hasta ese momento”.
Los clubes profesionales tienen que entender que la capacidad de influencia que tienen es tremenda, niños y mayores, cualquier persona que esté en situación de vulnerabilidad tiene a un club profesional como una referencia
La Fundación presentó ya sus proyectos ante clubes de España, Portugal y Argentina, y varias entidades han pedido replicarlos. “Compartir lo que hacemos es fundamental. Los clubes profesionales tienen que entender que la capacidad de influencia que tienen es tremenda, niños y mayores, cualquier persona que esté en situación de vulnerabilidad tiene a un club profesional como una referencia”, señala Anievas.
Programas como ‘acing Bullying’ o ‘Raling Salidable’ este último en colaboración con el Hospital Valdecilla, muestran cómo un club profesional puede ser aliado directo de escuelas, hospitales y familias vulnerables. La pelota rueda y el Racing sueña con volver a Primera. Pero también hace falta progresar en lo social. En Cantabria, el fútbol ya está cambiando vidas. Y el Racing ha decidido que ese será su mayor triunfo.








