Los neumáticos tienen cada vez más complicado adaptarse a la climatología: lluvias torrenciales en otoño, calor adelantado, inviernos más suaves. En ese escenario tan ilógico y cambiante en el que resulta casi imposible acertar con el calzado correcto para tu vehículo, la decisión más lógica y segura sería adquirir un neumático que funcione bien todo el año y en cualquier clima y situación.

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