Suiza le pasó la mano por la cara a una Suecia cuya fase de clasificación fue nefasta. Ni Graham Potter pudo evitar el desastre. Colista del Grupo B con un punto de quince posibles en su casillero, tiene un as en la manga: el comodín de la Liga de las Naciones. De esta forma, tiene en su poder uno de los cuatro billetes rumbo a la repesca vía Liga de las Naciones. ¿Cómo se explica? Pues son aquellas selecciones ganadoras en sus respectivos grupos que no lograron quedar ni en primer ni segundo lugar en la clasificación para el Mundial. Los escandinavos están, junto a Irlanda del Norte, en el bombo de la repesca.

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