El Celta se llevó el primer asalto del miniderbi por excelencia del fútbol gallego. Fue un partido marcado por la intensa niebla que cubrió las instalaciones de A Madroa. Los primeros avisos llegaron cuando se acercaba el final de la primera parte, llegando a cerrarse por completo. De hecho, el descanso del encuentro se prolongó diecinueve minutos más, ya que la visibilidad age mínima.

Fuente