El Estadi Johan Cruyff vivió un partido histórico este sábado 14 de septiembre. El primer partido oficial del Barça dejó imágenes insólitas para los que son habituales de los encuentros del femenino y del filial, para quienes fue construido este estadio coqueto y en perfectas condiciones, pero con un aforo de solo 6.000 espectadores que, lógicamente, no pudo satisfacer toda la demanda.
Los privilegiados que pudieron acudir fueron aquellos cuyos sus bolsillos les permitía pagar los 1.500 euros a los que se ‘enfilaron’ los precios de asientos VIPS y los más fieles, los que se han pasado dos años subiendo a Montjuïc con todas las vicisitudes del ‘exilio’ y ahora tenían la oportunidad de apuntarse al sorteo. Como el socio Federico López-Rey, que se mostró muy satisfecho de poder acudir a este partido solo para ‘proivilegiados’ aunque, y como nunca llueve al gusto de todos, lamentó que esta preferencia “no se tenga en cuenta en las finales”.
Pero lo que más se pudo ver en los alrededores del estadio fueron aficionados en búsqueda de una entrada. Y no tanto como otras veces, donde se ‘intuye’ y algo más la reventa o son los turistas que lo consiguen, sino blaugranas de corazón, que de alguna manera, no se conformaban con no poder ver a su equipo.
Casos como los de Daniel Llaca, padre e hijo, que habían venido procedentes de México expresamente para este partido sin conocimiento de que finalmente se iba a jugar en el Johan Cruyff y que no iban a poder conseguir entrada. Para más inri, había venido con la idea de ver de cerca a su ídilo, Frenkie de Jong, que no jugó por lesión.
A unos metros de donde esperaban estos aficionados la llegada del autobús del Barça se ubicaba la puerta para los VIPs y los empleados de seguridad lo cierto es que atendían a más personas para indicarles que esta noi era su entrada que los afortunados que pudieron seguir el encuentro muy cerca de la zona de los banquillos con el asiento forrado y el pertinente cátering.
El socio del Barça Federico López-Rey muestra su entrada / Dani Barbeito
Los aficionados del Valencia, que llegaron en grupo, gtambién pusieron color en un Johan Cruyff ‘remozado’ con multitud de cámaras, banda ancha de wifi y todos los detalles posibles para albergar un partido de Primera División.
Primero… ¿y último?
Y lo cierto es que, guste o no, apunta a que podría no ser el último. Si antes de confirmarse que el Johan acogería el duelo contra el Valencia una ‘pista’ fue poner al femenino en viernes y así tener dos días de margenes significativo que el partido del Barça Atlètic de la tercera jornada de Liga en Segunda RFEF contra el filial del Castellón se fijara para el lunes 22 de febrero a las 19.00 horas. Permitiría, de esta manera, que el primer equipo utilizara el Johan el día antes contra el Getafe.
Parece ser, por tanto, que el duelo contra los ‘azulones’ también sería en el Johan Cruyff. Al menos, el club se cura en salud de esta manera.
Fuegos artificiales
Y justo cuando quedaban unos 15 minutos antes del partido, los aficionados presemtes en el Johan pudieron disfrutar con unos fuegos artificiales que parecieron llenar el cielo para la ocasión, aunque procedían de algún barrio o localidad cercana en fiestas. Al final, que juegue el Barça, sea donde sea, siempre es una celebración.