Felix Auger-Aliassime ha recuperado el nivel que se le presagiaba en su etapa júnior, cuando lideró todos los rankings y se le antojaba un futuro esplendoroso. La carrera del canadiense, sin embargo, ha estado marcada por la irregularidad. Con un talento innato y faltas de concentración impropias de un tenista profesional.
Segunda final de Masters 1000
El norteamericano es ahora un jugador más maduro, más sólido y, para muestra, el gran torneo que ha realizado en Parísdonde disputará la final del Masters 1000 ante el italiano Jannik Sinner.
Auger-Aliassime no teme al de San Candido, con el que tiene un balance de 2-2 en enfrentamientos individuales. El tenista de ascendencia togolesa se ve capacitado para derrotar a Sinner en la Ciudad de la Luz, la final se disputará a partir de las 15.00 horasy engrosar un palmarés en el que figura una Copa Davis y ocho títulos individuales. Será la segunda final para el canadiense en un Masters 1000 tras la de Madrid 2024.
Felix Auger-Aliassime, rival de Sinner en la final del Masters 1000 de París / YOAN VALAT
La última vez que se midieron pecador y Auger-también fue en semifinales del Abierto de Estados Unidosdonde el norteamericano vendió cara su piel ante el número 1. De aquella experiencia extrajo buenas conclusiones pese a la derrota en cuatro mangas: “Le ví dudar en semifinales del US Open. Fue alentador para mí. Sinner y Alcaraz no son invencibles. Son jugadores muy fuertes y pueden parecer invencibles, pero hay una manera de sorprenderles“.
Más regular
La constancia es una de las asignaturas pendientes del canadiense y es consciente de ello. Sabe que para subir su nivel debe exigirse mayor regularidad en los grandes torneos. “Alcaraz y Sinner están a un nivel muy alto, pero hay otros que también han mostrado un nivel de constancia como puede ser Taylor Fritz. En mi caso, tengo que hacer mucho trabajo en ese aspecto. Estoy en una fase en que controlo cada vez más mi juego. En 2022 viví un momento maravilloso, con dieciséis victorias seguidas. De aquello aprendí mucho y ahora me siento mejor, más maduro como persona y jugador“, apuntó el número 8 mundial.








