Igual que ferrol es ciudad de paso para los peregrinos que ansían llegar a la Catedral en el Camino de Santiago, para el CD Tenerife lo será en la senda que lleva a la estabilidad perdida en la búsqueda del anhelado ascenso. El partido de esta tarde (En Malata, 17:30) marca de forma muy notoria el futuro más inmediato y las perspectivas de éxito del proyecto del representativo. Ganar sería retomar la normalidad, atornillar el liderato, disipar las dudas y volver al redil. Pero todo lo que sea un resultado adverso agigantaría las dudas y situaría al club en una situación de difícil gestión, en la que habría que tomar cartas en el asunto.
Por muchos motivos, el de hoy tal vez sea el partido más importante de los disputados hasta la fecha. No solo porque llega después de dos derrotas consecutivas –y tres partidos seguidos sin marcar, una anomalía en la trayectoria de un aspirante al ascenso– sino también por el rival que estará enfrente. Una vez ubicados en el tablero los 20 equipos que conforman el grupo, abundan los motivos para señalar al cuadro gallego (también recién descendido) como el gran rival a batir para el tenerife y aquel que dispone de casi tantos recursos como el equipo blanquiazul para adjudicarse el ascenso por la vía rápida.
Igual que el equipo isleño, el club de carreras se abocó a una profunda transformación tras sufrir el descenso, que confirmó con apenas unas semanas de antelación y que fue consecuencia de una multiplicidad de equivocaciones. A diferencia del equipo insular, en Ferrol han apostado por cambiar al timonel (Pablo Lópezex del Orense) y por no mantener apenas a casi ningún actor relevante del curso anterior. Mientras en el Tenerife sí permanecen Reconocimiento, Enrique y compañía, en el cuadro gallego los cambios son ostensibles en todas las líneas.
Como en todos sus años felices, En Malata confía en ser un fortín al servicio del proyecto local. De momento, el equipo de López se mantiene invicto en casa, aunque ha cedido dos empates; y viene de desaprovechar su primera gran oportunidad para arrebatar el liderato al Tenerife. La segunda es hoy, por cuanto un triunfo local propiciaría el primer gran cambio de mando al frente del grupo. Así pues, están en juego más que tres puntos.
Para el equipo de cerveza ha sido una semana marcada por la reivindicación de los jugadores locales (Miguel, Dani oh sabina) en el estreno copero; pero también por las declaraciones del míster en Alcaláque denotaron insatisfacción e incomodidad. Ayer las matizó, pero queda la sensación de que no pasa Cervera por un momento fácil. Ganar lo aliviaría todo. Es más, serviría para dar carpetazo a la crisis y para bañarse en autoestima –cuando más hace falta– con un triunfo de los que prestigian. Para vencer hará falta dar un paso al frente y alejarse de la versión inadecuada de partidos pretéritos. Es hoy. Alivio o crisis.







