En el año 314 dC, cuando Hispania aún era una provincia romana, germinó en un paraje de Tarragona un pequeño olivo que, por su diminuto tamaño, pasaba totalmente inadvertido. Nadie podía imaginar entonces que esa plantita terminaría convirtiéndose en un árbol de gran tamaño que 1.711 años después aún continuaría vivo y produciendo frutos. Hoy en día es el árbol más antiguo de toda España.

Fuente