Que los trabajadores de supermercados y centros comerciales quieren descansar en festivos es una realidad. Sin embargo, los consumidores, al menos una mayoría de ellos, prefieren realizar sus compras aprovechando que no trabajan y por eso exigen que los festivos como el 1 de noviembre, día de Todos los Santos, comercios abran sus puertas en ciudades como Barcelona.

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