Le gusta definirse como un ‘diésel’. Álex Márquez necesita encajar todas las piezas, tomarse su tiempo y asumir que puede. Lo demostró con sus títulos mundiales en las categorías inferiores, Moto2 y Moto3. Y lo ha confirmado esta temporada, la tercera en Gresini, proclamándose subcampeón del mundo de MotoGP y aupando al equipo de Nadia Padovani a ser la mejor escuadra privada en la clase reina. Solo un piloto, con moto oficial, ha evitado que el ‘Pistolas’ sea campeón en 2025, su hermano Marc. “Todo queda en casa”, celebra.
Este jueves, a su regreso de Malasia, donde cosechó una victoria inapelable en ausencia del ’93, Álex se ha reunido con los medios en Madrid, donde reside desde hace tres años. Una charla impulsada por su patrocinador Estrella Galicia 0,0, con la frescura que le caracteriza, en la que ha hecho balance de una temporada inolvidable para los hermanos de Cervera y que toca ya su fin, a falta de los grandes premios de Portimao y Valencia.
“Estoy muy feliz, ya sabeis que soy de la coña y por eso dije que era el primero de los perdedores, por decir que he ganado algo este año, pero en realidad estoy muy contento. Además, cuando gané los dos títulos pude compartirlo con la familia y es más especial aún siendo un éxito en la máxima categoría”, ha resumido el piloto de Cervera, de 29 años.
Álex Márquez, en su encuentro con los medios en Madrid, a su regreso de Malasia como flamante subcampeón del mundo / Estrella Galicia 0.0
Los hermanos Márquez no han coincidido en sus respectivos festejos, pero preparan “algo sonado” en Cervera, como manda la tradición. “No me dejan dar detalles aún, pero la vamos a liar”, promete. “Le dije a Marc que él me debe una fiesta y yo a él otra. En Japón, cuando fue campeón, yo aún no había cumplido mi misión y después, cuando logré el subcampeonato él ya no estaba por la lesión, pero tranquilos que lo celebraremos”, asegura Álex.
Reconoce que “todavía no nos damos cuenta de lo que hemos conseguido, es algo que ni en nuestros mejores sueños de infancia habríamos imaginado. Supongo que lo asimilaremos del todo en diez o quince años, cuando ya no estemos en el Mundial y veamos las carreras en el sofá”.
moto oficial
Álex Marquez tendrá estatus de piloto de fábrica el próximo cursotal como anunció semanas atrás Ducati. Él acepta el desafío con naturalidad: “Con la GP24 fue amor a primera vista, desde primer test en Montmeló. No suelo expresar mis emociones, pero al volver al box después de las primeras vueltas todos lo adivinaron, porque venía con una sonrisa debajo del casco”, recuerda.
“Gigi fue muy claro en su momento y dijo que la GP es una evolución de la 24 y que cada piloto podía elegir las piezas que ponía. Es más una cuestión de feeling, yo no he probado la 25 y no se si va mejor, pero en los datos vemos que la diferencia es mínima”ha revelado respecto a las diferencias de rendimiento de los pilotos Ducati este año y en especial, a los problemas de Pecco Bagnaia con la moto oficial.
Tras el fin de semana en Sepang, Álex se ofreció a Ducati para probar en el test de Cheste “lo que haga falta”. De momento, el equipo no recogido el guante: “Aún no lo sabemos, es decir estoy aquí, incluso si hay que probar cosas que han descartado otros pilotos, para tener más información. Si no hay nada a probar es que ya lo tienen todo muy claro”, apunta.
“En 2026, tener moto factory implica presión, pero no me lo tomo como una prueba de cara a estar algún día en el equipo oficial, es más una prueba para mí mismo. No tener que decir: ‘Y si…’. Sé que tendré el máximo”, dados.
“En cuanto al estatus, me da igual tener contrato con Ducati o Gresini, lo importante era tener la moto factory en el box y es lo que tendré el año que viene”subraya. “Estaré en las quinielas por el título siendo subcampeón y con moto oficial, pero no hay que perder el enfoque, sería un gran error”, advierte, Álex, que se batirá a Marc con sus mismas armas.
Establece una nueva comparativa con su hermano: “A mi me falta su explosividad y a él, muchas veces, la calma que yo tengo. Hemos mejorado los dos en ambos aspectos, pero envidio esa explosividad de Marc, es lo que le ha dado más títulos”.
En su caso, cree que “este año se ha visto mi mejor versión como piloto, los problemas te hacen más fuerte y a mí tal vez me faltó constancia en las cinco carrera de mitad de temporada. Hay que seguir mejorando para descubrir mi techo”.
“Hay dos maneras de afrontar a un rival: Una es decir, bah, él lo hace mejor, pero ya llegaré. La otra es preguntarse qué hace mejor que tú. Me he pasado la vida entera al lado de Marc y no tengo recelos en fijarme en qué hace mejor. El año pasado estando juntos en Gresini ya nos reforzó. Y este año ha sido mejor, así que toca trabajar para estar más cerca de Marc en 2026”.
Álex considera que “Marc no es invencible, nadie lo es”, pero no tiene reparos en asumir que “será muy difícil que yo o cualquier otro piloto le puedan derrotar en un campeonato a 22 grandes premios”, admite. “Dicho esto, en el deporte hay muchos factores que pueden cambiar, un día estas arriba y otro al contrario. Pero la presión a la que te somete Marc, de ir siempre al límite desde el viernes, esa precisión que tiene él, es muy difícil de controlar”
En todo caso, Álex se ve capacitado para liderar un proyecto de fábrica incluso en otra marca: “En 2027 habrá muchos movimientos y ya veremos donde estamos. Se abren contratos y será interesante. He demostrado que tengo la experiencia para poder liderar un equipo y habrá que esperar como se van viendo las piezas del puzle del 27, pero estando ahora en Gresini no voy a hablar ahora de eso, les debo el respeto que ellos me tuvieron desde el principio”, señala.
 
 
