Dicen que cuando más se valora a alguien (en este caso, a un futbolista) es cuando no está. Es entonces cuando más se le echa a faltar y cuando las ‘costuras’ saltan por los aires. Se puede aplicar perfectamente a Raphinha, pues el balance entre victorias y derrotas del FC Barcelona con y sin el delantero brasileño es demoledor. Y muy revelador. No se trata solo de números, también de las carencias del conjunto de Hansi Flick en cuanto a carácter y capacidad de presionar desde arriba. ‘Inputs’ que aporta el brasileño y cuya ausencia se está haciendo interminable para el conjunto azulgrana.
Raphinha tenía que regresar ‘limpio’ de su lesión muscular en un partido tan señalado como es el clásico, donde el brasileño siempre da, si cabe, lo mejor de sí mismo. Pero sintió malas sensaciones y no participó en el entrenamiento de dos días antes del partido contra el Real Madrid. Aunque no se trató de una recaída de la lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha, todo apunta a que seguirá de baja y se perderá, como mínimo, el partido contra el Elche de este domingo (18.30 horas, Estadi Olímpic de Montjuïc).
Esencial para Hansi Flick
Un serio contratiempo para Hansi Flick, que tiene en el de Porto Alegre a uno de sus futbolistas imprescindibles (el que más, junto a Pedri y De Jong). Porque el técnico alemán sabe que el Barça es otro cuando no está Raphinha sobre el césped. Y es mucho peor.
Con Raphinha en el equipo, el FC Barcelona ha ganado esta temporada siete partidos y ha empatado uno. O lo que es lo mismo, solo se han escapado dos puntos en ocho partidos entre LaLiga y la Champions League (en Vallecas) y el equipo azulgrana está invicto con el brasileño. El saldo realizador tampoco deja lugar a dudas: 21 goles a favor (3 de ellos de Raphinha, más 2 asistencias) y solo 5 en contra.
Raphinha es imprescindible para Hansi Flick / Dani Barbeito
Sin Raphinha es otra historia diametralmente opuesta. El brasileño fue sustituido en el Carlos Tartiere de Oviedo en el minuto 65 y ya no ha vuelto a jugar. Se ha perdido 6 partidos, de los que el Barça ha ganado 3 y ha perdido otros 3. Es decir, ha sumado entre las dos competiciones 9 de puntos de 18 posibles, un 50 por ciento (con el de Porto Alegre, el coeficiente se elevó al 87,5%).
En goles también se percibe la diferencia, tanto en los marcados como en los encajados. A favor en estos 6 encuentros, un total de 13 (y 6 en un mismo partido, ante Olympiacos, en el que los de Hansi Flick jugaron muchos minutos con superioridad numérica). Y en contra, 11, casi una media de sos goles encajados por encuentro.
El primero en presionar
Este último es un dato especialmente significativo, pues el trabajo defensivo empieza desde los delanteros y el espíritu competitivo de Raphinha es clave para presionar al rival desde su salida de balón, lo que permite recuperar muchos balones y si no es posble, tirar los defensas la línea del fuera de juego con mayores garantías.
Y después, está la cuestión de su carácter y liderazgo, que insufla a sus compañeros. Raphinha es uno de los capitanes (así ejerció viajando al clásico pese a estar de baja y apoyando en la derrota) y siempre da ejemplo, lo que motiva que sea un modelo a seguir por los jóvenes. Sin el brasileño, el Barça presenta un tono más bajo y con menos capacidad de reacción. Se está viendo en toda su crudeza.







