En el Clásico hubo de todo: goles, entrega y sobre todo, mucha tensión. El final del encuentro nos volvió a trasladar al pasado, a la época de Mourinhocon las famosas tanganas que se producían al costado de los banquillos. Esta vez, protagonizadas por lamina y Viníciusenganchados tras pedirse perdón mutuamente.

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