El 26 de julio de 2005 nació una estrella del fútbol en Stari Oskol (Vieja Astilla)una localidad rusa de más de 200.000 habitantes situada en el oblast (región/provincia) de Belgorod, a apenas 200 kilómetros al este de Ucrania y unos 600 al sur de Moscú. Por tanto, se trata de un territorio seriamente amenazado por los misiles, que han caído a escasos kilómetros.
Matvey Kislyak soñó desde niño con ser futbolista y con tan solo 12 años participó en 2018 en una actividad en la Plaza Roja para celebrar los 1.000 días antes del Mundial en el que la ‘Sbornaya’ rusa eliminó a España en los penaltis en octavos con una magistral actuación de Igor Akinfeev, quien sigue liderando al CSKA Moscú a unos meses de cumplir 40 años.
“Tenía 10 años y a mi lado estaba Pinyaev (otro talento ruso al que pretende el Girona). Jugamos en la Plaza Roja con estrellas rusas y mundiales. Recuerdo a Fernando Hierro y a Lothar Matthäus. Entre los rusos estaban Smertin y Kerzhakov (ex del Sevilla). ¿Sabes quién fue el árbitro? ¡Gianluca Zambrotta (ex del Barça)!”, explicaba el veinteañero hace un par de años a ‘Match’.
La afición ‘armeitsi’ idolatra a Kislyak desde el primer día / PFC CSKA
“Todavía se me pone la piel de gallina. Hubo una jugada curiosa. A ver, yo era un niño y no tenía idea de quiénes eran realmente aquellos jugadores. Me llegó el balón, chuté y el balón pasó entre las piernas de Matthäus, él se echó a reír y yo pensé… ¿pero qué hace este yayo?“, explicó. Así es el centrocampista ruso, todo valentía, descaro, talento, mucho trabajo y… algunos goles.
Kislyak se formó en el Chertanovo y a los 13 años ingresó en la cantera del CSKA, uno de los clubs que mejor trabaja con los jóvenes con una filosofía que recuerda a la del Barça. No obstante, en el club azulgrana es parte de su idiosincrasia y en los ‘armeitsi’, una necesidad en plena crisis desde que los negocios en Ucrania del presidente Evgeny Giner se fueron al traste.
Tras compartir barrio y algunas experiencias en Stari Oskol con el mítico luchador Fiodor Emelyanenko, poco a poco fue dando pasos adelante en su vida moscovita. Con 16 años destacaba en el filial… aunque lo hacía mucho más el talentoso Yaroslav Arbuzov, quien sigue en Segunda en el Rotor con 21 años. El secreto de Kislyak es la disciplina y su capacidad de liderazgo.
Su vida cambió cuando Vladimir Fedotov se lo llevó a Abu Dabi en enero de 2023 a la primera estadía previa a la segunda parte de los torneos rusos. Un mes después, el técnico insistió al club en la necesidad de ‘atar’ a aquel jugador de 17 años que en marzo de 2023 firmó un contrato de larga duración, fue convocado por la selección rusa sub’19 y se quedó en el primer equipo.
Lo que más llama la atención es que no para de correr y cómo impone su físico pese a medir apenas 1,77 metros con continuas recuperaciones, pases a los extremos o interiores, disparos y muchas tablas. Es capaz de correr para hacer una falta técnica, aceptar la amarilla, irse como un poseso para frenar a un compañero que protesta o liderar al equipo con gritos y con gestos.
Debutó en el primer equipo con 17 años el 26 de julio de 2023 en la Copa en Orenburg (0-6) y su celebración al marcar un gol aún se recuerda. Se lanzó al suelo y gritó con tanta rabia que se escuchó en los micrófonos de ambiente. Había dado otro paso, pero no se conformaba. “Esto es un sueño, pero quiero más. Quiero ser titular y convertirme en un jugador importante”recalcó.
El CSKA ganó la Copa por penaltis ante el Krasnodar (1-1) y también se ganó la confianza de Marko Nikolic, aunque su gran apoyo el curso pasado fue un exazulgrana. “Estoy muy agradecido a Miralem (Pjanic). Me fijaba mucho en él y me ayudó a mejorar. Me dio consejos, me corrigió detalles y fue un gran compañero. Lo echo mucho de menos”, comentó el pasado verano.
Kislyak ya fue clave en la conquista de la Copa de Rusia la pasada temporada, el 19 de marzo de 2025 debutó con la absoluta rusa en un amistoso contra Granada (país caribeño) y el pasado 7 de septiembre se ‘estrenó’ como goleador contra Qatar en otro amistoso a las órdenes de Valery Karpin (extécnico del Mallorca y exjugador de Real Sociedad, Celta y Valencia).
Nikolic se fue al AEK Atenas inesperadamente tras jurar fidelidad y el CSKA apostó por el exjugador granota Fabio Celestiniquien venía de ganar Liga y Copa en Suiza con el Basilea. El políglota helvético revolucionó el sistema, dio el centro del campo a Kislyak y convirtió en clave a otros jóvenes como el veloz Kiril Glebov y los defensas Matvey Lukin y Dzhamalutdin Abdulkadirov.

Kislyak se señala el escudo tras su primer gol con el CSKA / PFC CSKA
Un par de años antes descartó todas varias opciones para salir cedido. “Quiero jugar en el CSKA”, insistió a sus agentes. Ha mejorado su contrato varias veces, pero sigue yendo a entrenar en metro. “No entiendo de coches. Cuando tengo unos días, lo que más me gusta es ir a Stari Oskol y estar con mis amigos. De mayor quiero vivir en mi ciudad”, explica con humildad.
El caso es que el CSKA de Celestinin lidera la liga por primera vez en un lustro y medio con 24 puntosuno más que Krasnodar y Lokomotiv. Los ‘armeitsi’ también dominan su grupo copero con 10 puntos (los mismos que el ‘Loko’) a una jornada del final, son la sensación del torneo y el pasado domingo ganaron el ‘gran derbi ruso’ frente al Spartak (3-2) tras situarse 3-0 antes del 20′.

Matvey Kislyak está rompiendo todos los moldes / PFC CSKA
Matvey Kislyak valía cinco millones de euros en febrero y ya está en unos 20. Es un jugador ‘perfil Barça’ con el talento de Pedri y la agresividad de Gavi. “Apenas mira para atrás. Su juego es ofensivo y controla la posición de todos sus compañeros. Tiene un futuro brillante”, afirma Nikolai Pisaerev, exdelantero del Spartak, reputado comentarista entrenador de poco éxito.

Kirill Glebov, junto y Matvey Kislyak / PFC CSKA
“Messi fue mi ídolo de infancia. Su visión del fútbol era diferente. No obstante, lo más importante es seguir siendo íntegro. Hay jugadores geniales que no son ejemplares fuera y eso no va conmigo, no es mi camino”, explicó el talento de la nueva generación rusa con el citado Sergey Pinyaev y el goleador Aleksey Batrakov (Lokomotiv). Su futuro está en un ‘grande’… ¿Será el Barça?