El guion de la segunda presidencia de Donald Trump se está escribiendo con los aranceles como uno de sus recursos principales y este lunes le ha tocado al cine, otra vez. El republicano ha anunciado con un mensaje en Truth Social que va a imponer gravámenes del 100% “a todas y cada una de las películas hechas fuera de EEUU“.
Como acostumbra cuando hace sus anuncios por redes sociales, Trump no ha dado detalles de cómo funcionaría ese nuevo régimen arancelario, un auténtico terremoto en el mundo audiovisual con el que ya había amenazado en mayo. A aquella advertencia le siguió, en solo un día, la matización de la Casa Blanca de que no había una decisión definitiva.
Ni la Casa Blanca ni la Motion Picture Association (MPA) han dado de momento más detalles o reacciones al anuncio de Trump de este lunes, que deja más interrogantes abiertos de los que resuelve.
Según datos de la MPA citados por la publicación especializada Fecha límiteel cine estadounidense está muy lejos de ser deficitiario en la balanza comercial. En todos los mercados mundiales importantes las exportaciones audiovisuales son 3,1 veces más que las importaciones. En cifras, las exportaciones por valor de 22.600 millones de dólares, dejan 15.300 millones como superávit comercial.
A los ejecutivos de los estudios estadounidenses, según Deadline, les preocupa que Trump pueda poner límites a rodajes fuera de EEUU, filmaciones que han ido creciendo conforme otros países estabecían generosos incentivoscon los que se han reducido costes de producción.
Guerras internas
Lo que el mensaje de Trump este lunes sí evidencia es cómo usa una guerra comercial de impacto global con un enfoque político doméstico. En su anuncio de este lunes, en el que asegura que “otros países han estado robando” el negocio cinematográfico estadounidense con tanta facilidad “como robarle caramelos a un niño”, afirma que California, el estado que incluye Hollywood, ha sido “golpeado con especial dureza” y aprovecha para disparar contra Gavin Newsom. El gobernador demócrata se ha alzado como el archienemigo político del presidente, que en su mensaje le llama “incompetente y débil”.
Newsom, no obstante, lleva varios meses intentando incrementar la producción en California con un esfuerzo para mejorar el programa de incentivos fiscales y equipararlos a los de estados como Georgia, Louisiana y Texas. En julio firmó una ley que elevaba a 750 millones los incentivos fiscales para rodajes de cine y televisión y está en tramitación otra proposición de ley que haría que puedan optar a las ayudas los trabajos de animación, sitcoms y grandes concursos.
La secuela
Cuando en mayo Trump lanzó la idea de aranceles a las producciones en el extranjero habló de que esa “fuga” representaba una “amenaza para la seguridad nacional”. Una semana después de aquel anuncio, dos “enviados especiales” de Trump para Hollywood, Jon Voight y Sylvester Stalloneescribieron una carta al presidente con propuestas para elevar incentivos a la producción, misiva que no mencionaba los aranceles. Líderes de sindicatos y de grandes estudios se sumaron a aquella carta.
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