Europa retuvo la Ryder Cup en Nueva York pero tuvo que sudar sangre ante un equipo norteamericano que salió a la desesperada consciente que no podía caer sin dar batalla ante los miles de aficionados que les jalearon desde el primer al último golpe. Al final, victoria ajustada por 13-15.
Fruto de su empeño y con ganas de resarcirse de su mal papel en los dos días previos, el conjunto estadounidense, que necesitaba un autentico milagrollevó al equipo de Luke Donald casi al límite y estuvo a punto de conseguirlo, pero su empeño lo neutralizó el irlandés Shane Lowry, que con su medio punto ante Russell Henley, permitía a Europa llegar a los 14 puntossuficientes para retener la Ryder.
Tanto le hizo sufrir a Europa, que la Ryder no se decidió hasta los últimos cuatro encuentros después que la estrategia sí que le funcionara en esta ocasión a Keegan Bradleysituando toda su ‘artilleria’ en los primeros encuentros individuales. El capitán parecía ser el único que creía en la remontada después de empezar muy lejos la jornada del domingo.
Rahm lo celebra con Lowry en una Ryder que costó sangre sudor y lágrimas para levantar el trofeo / Erik S. Lesser / Efe
Medio punto de regalo para empezar
Y eso que Europa ya contó con medio punto de propina después que Viktor Hovland no pudiera salir a jugar por problemas en el cuello y tuvo que repartirse medio punto, dejando a Harris English sin poder jugar y más cerca la victoria a Europa.

Lowry celebra con su caddy el medio punto que permitia retener la Ryder / Matt Slocum / AP
Y los primeros encuentros cayeron para el lado de Estados Unidos aunque fueran en el último hoyo, y concretamente, en el último putt, con más emoción, imposible y ante el delirio de los aficionados locales. Cameron Young, un novato para Estados Unidos, daba el primer punto de la tarde para el conjunto norteamericano ante un Justin Rose que tuvo sus opciones, pero no pudo arañar ni tan solo medio punto cuando parecía más que posible.
En el siguiente duelo, ocurrió más de lo mismo, con un Justin Thomas que superaba a Tommy Fleetwood, también en el último putt del 18. De momento, se iban cumpliendo las expectativas, pero los norteamericanos necesitaban más.
Más puntos estadounidenses
Y otro que añadió al casillero de los locales fue Xander Schauffele, que ni tan siquiera necesitaba llegar a los últimos hoyos para imponerse a un desdibujado Jon Rahm que no tuvo opciones para caer 4 y 3 y seguir sumando para la escuadra norteamericana.

Scheffler ganó su punto pero no fue suficiente / Seth Wenig / AP
Un poco de aire fresco llegó para los de Luke Donald en el único punto que caía en esos primeros partidos, con Ludvig Äberg superando a Patrick Cantleyque daba un poco de sosiego a Europa que veía como todo se ponía negro a pasos agigantados.
El siguiente que se añadió a la fiesta norteamericana fue el número uno del mundo, Scottie Scheffler, que también superaba a Rory McIlroy, por 1Up en un partido ciertamente soso entre el número uno y dos del mundo, pero que se llevó el norteramericano que al fin ganaba un punto para su país.
Lowry, decisivo
Con el medio punto de Fitzpatrick ante un crecido Bryson DeChambeau, que recuperó nada menos que cinco hoyos para sacar medio punto, todo se iba a decidir en los últimos encuentros. JJ Spaun seguía con la racha norteamericana al superar a Sepp Straka, y situaba el peligroso, 10,5 a 13,5

Estados Unidos lo intentó pero no fue sificiente / Matt Slocum / AP
Estados Unidos necesitaba ganar los cuatro encuentros finales para dar la sorpresa, una tarea ciertamente complicada pero que puso a los europeos en tensión total. Un final que nadie podía esperar, pero las opciones estaban abiertas para los dos equipos cuando al inicio de la tarde parecía una tarea totalmente imposible para Estados Unidos.
Aunque no hubo que esperar mucho para cerrar una jornada que parecía festiva, pero que acabó siendo un autentico suplicio. El veterano irlandés Shane Lowry amarraba medio punto ante Russell Henleysuficiente para que Europa llegara a los 14 puntos, que le permitía retener la Ryder.

Los fans europeos sufrieron, pero se ganó la Ryder en Nueva York / Lindsey Wasson / AP
El remate lo puso otro veterano en estas lides como Tyrrell Hatton, que sumaba medio punto más y Europa alcanzaba los 14,5 puntos que oficialmente les daba la victoria, que se tuvo que amarrar con una sola victoria y tres empates (13-15). Realmente poco, pero suficiente para ganar por segunda vez consecutiva la Ryder Cup en un final sufrido pero al fin, victoria.