Cualquier madridista de viejo cuño sabe que el único partido que no hay que perder es contra el Atlético. Es la rivalidad más enconada de todas las que tienen a lo largo de los años y la vida. Sobre todo, si uno es socio, abonado o convive con el contrincante ‘colchonero’ en cualquier espacio. Por eso fue tan importante para el Real Madrid haber ganado La Décima en Lisboa contra los de Simeone. “Una derrota nos hubiera perseguido toda la vida”, comentan los que disfrutaron con aquel gol inusitado de Sergio Ramos en el 93. Un nombre que volvió a salir a la palestra tras el atropello del Metropolitano.

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