La magistrada del Tribunal Supremo Susana Polo será la encargada de redactar la sentencia que determinará si el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, cometió o no un delito de revelación de secretos por la filtración de datos de Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en concreto el correo electrónico en el que asumía haber cometido dos delitos fiscales.
Susana Polo, afiliada a la progresista Jueces y Juezas para la Democraciafue la magistrada encargada de archivar el caso Tsunami Democràtic en el que se imputaba un delito de terrorismo al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, después de que el entonces juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón hubiera prorrogado la instrucción de la que procedía el procedimiento un día después de que venciera el plazo.
Polo es una de los siete magistrados que forman el tribunal, adelantado por EL PERIÓDICO, que juzgará a García Ortiz previsiblemente el próximo mes de noviembre. Se trata de Andrés Martínez Arrieta, como presidente, y los magistrados Manuel Marchena, Antonio del Moral, Juan Ramón Berdugo, Carmen Lamela y Ana Ferrer.
Susana Polo y Ana Ferrer son las únicas consideradas de sensibilidad progresista en el tribunal designado para juzgar al fiscal general, compuesto por la Sala de Admisión más esta última, que se ha incorporado para que sean siete los magistrados en estrados. Ambas firmaron un voto particular a la sentencia de sus compañeros a favor de la absolución por la malversación por la que se condenó al expresidente de la Junta de Andalucía José Antonio Griñáncriterio que luego siguió el Tribunal Constitucional, al anular su condena y la de su antecesor, Manuel Chaves.
También suscribió un voto particular en esta ocasión junto a Leopoldo Puente, el instructor del caso Koldo en el alto tribunal, contra la condena del exdirigente de Podemos Alberto Rodríguez por propinarle una patada a un policía durante una manifestación en Canarias antes de ser elegido diputado. El Constitucional terminó absolviéndole.
Polo ya ya fue la ponente del auto de la Sala de Admisión que abrió causa contra García Ortiz, al aceptar la exposición razonada remitida por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, dada la condición de aforado del fiscal general del Estado. En el caso de que su posición a favor de la absolución o de la condena quede en minoría, lo habitual es que traspase la ponencia a alguno de los magistrados de la posición mayoritaria y ella deje constancia de su discrepancia a través del correspondiente voto particular.
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