Aitana Bonmatí, premiado / AGENCIAS

Dicen que los incendios se apagan en verano y que las sequías se afrontan con los embalses llenos. Ocurrencias que deben ser ciertas pero que la pereza y la dejadez han convertido en excusas de mal administrador. Así pues, también será verdad que los males de un club, pongamos un zarpado de deuda y un buen pellizco de improvisación, deberán remediarse en las épocas de bonanza deportiva.

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