El Real Zaragoza nunca está solo. Sea cual sea el desplazamiento que tenga que hacer el equipo aragonés, allá que va con muchas ganas de animar y ver una victoria, algo difícil en las últimas temporadas, un nutrido grupo de aficionados zaragocistas. Raro es el viaje a cualquier estadio de Segunda División en el que la afición no agota las entradas. Incluso en un destino tan exótico y complicado como Ceuta hubo un abundante grupo de aficionados que vieron como el equipo de Gabi sufría una nueva derrota en el Alfonso Murube.

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