Qué los árboles ayudan a enfriar las ciudades durante la época estival no es una teoría o una entelequia, es una realidad palpable y medible con el termómetro en la mano. Así se demostró este sábado 20 con la ‘Termómetros 2025’en que cientos de voluntarios de toda España realizaron mediciones siguiendo las instrucciones y el procedimiento correspondiente para comprobar la diferencia de temperatura entre lugares expuestos al sol y con pavimento artificial y áreas verdes con arbolado.
Las mediciones de temperatura, convocadas por diferentes organizaciones ambientales el pasado día 20 de septiembre, se llevaron a cabo en 24 capitales de provincia y 44 municipios y alcanzaron más de 150 zonas de medición. Los termómetros, homologados por las entidades convocantes y colocados de forma adecuada para que no estuvieran expuestos directamente al sol, demostraron por qué en unas zonas de la ciudad se produce el efecto ‘isla de calor’ y en otras, en cambio, hay menos temperatura.
Los termómetros se colocaron de la forma correspondiente para medir de forma adecuada / Launionfuencarral
Las entidades organizadoras, entre las que se encuentra Ecologistas en Acción, hacen un balance positivo de la amplia participación y la implicación de las personas voluntarias que salieron a la calle a tomar la temperatura en tres momentos diferentes del día: las 8:00, las 17:00 y las 23:00 horas.
Diferencias importantes con y sin árboles
Las diferencias de temperaturas en la medición de las ocho de la mañana entre la zona denominada Infierno (pavimento artificial sin sombra) y la denominada Paraíso (pavimento natural bien sombreado) fueron notorias. Entre ambas se registraron diferencias superiores a 3 ºC en Gijón, Asturias, (3 ºC); Arnedo, La Rioja, (3 ºC); Jaén (4 ºC), Chiclana, Cádiz (5 ºC); Alcobendas, Madrid (7 ºC) y Pozuelo de Alarcón (Madrid) (8,5 ºC). El resultado obtenido en las mediciones demuestra cómo las zonas con pavimento artificial funcionan como Islas de Calor, pues durante la noche no llegan a disipar el calor acumulado durante el día.

La ‘termometrada’ involucró a numerosos voluntarios en todo España / Agencias
Son también muy llamativas las diferencias de temperatura en la medición de las cinco de la tarde también entre zonas Infierno y Paraíso, que han dado cifras superiores a 5ºC en Murcia (5 ºC); Chipiona, Cádiz (5 ºC); San Antonio Benageber, Valencia (5 ºC); Ausejo, La Rioja (5,8 ºC); Valladolid (6 ºC) y Chiclana, Cádiz (7 ºC), demostrando igualmente la influencia que tiene el pavimento y la sombra ofrecida por la arboleda en el control de la temperatura ambiente. Además, aproximadamente el 40% de las noches tórridas medidas (en las que se superan los 25 ºC), ocurrieron en Infiernos.
Se denomina Paraíso a un espacio que cuenta con suelo natural, es decir, pavimento permeable, de hierba o tierray la sombra de un árbol con buen porte o de una arboleda. Se denomina Intermedio a un espacio con pavimento duro, de asfalto, granito o losa artificial, pero bien sombreado, e Infierno a un espacio de pavimento impermeable de asfalto, granito o losa artificial y sin sombra alguna durante todo el día.
Temperatura del aire y temperatura del suelo
Se considera que el confort térmico es un concepto que depende de variables como: la temperatura del aire, la temperatura radiante procedente del suelo, la humedad relativa y la velocidad del viento. “Entre todas estas variables, la que podemos controlar con más inmediatez es la temperatura radiante, que es mucho más alta en suelos artificiales que en suelos naturales y que se puede manejar simplemente revirtiendo la impermeabilización del suelo que caracteriza de forma totalmente innecesaria a los núcleos urbanos”, señala Ecologistas en Acción en un comunicado.

Zona arbolada en una ciudad / Pixabay
La segunda variable, es la temperatura del aire, “que se puede controlar aplicando medidas de renaturalización urbanapero no se resuelve de forma inmediata como en el caso anterior, pues los árboles, arbustos y herbáceas que deben imperar en nuestros pueblos y ciudades presentan largos procesos de crecimiento de la vegetación, que en ocasiones pueden tardar 20 o 30 años en hacerse efectivos”, añade.
Resulta, en consecuencia, especialmente relevante no solo la importancia de la sombra natural, sino también el tipo de pavimento existente. Por ello, las organizaciones impulsoras de esta iniciativa animan a las personas y a las organizaciones participantes a “seguir reclamando con fuerza tanto la reforestación urbana como la sustitución de pavimentos artificiales, sobre todo de granito, por suelo natural. Es necesario recordar que el granito es el material que más calor retiene, pues tarda más en desprenderlo incluso que el asfalto”.