Almossassa es fiesta y bullicio; también análisis histórico y conocimiento, gracias a las conferencias que organiza hasta el jueves la Asociación Amigos de Badajoz, en las Casas Consistoriales, a las 20.00 horas. Esta tarde hablará el arqueólogo Alberto José Canto García sobre ‘La moneda andalusí en Badajoz’. Realmente, su conferencia versará sobre las monedas de los aftasíes, en el siglo XI y un poco después, en la época almorávide.
Alberto José Canto García se especializó en numismática islámica. Es profesor emérito de la Universidad Autónoma de Madrid y ha escrito numerosos libros y artículos sobre esta temática. Ha codirigido excavaciones en Córdoba y Granada y también en Badajoz y Cáceres. Su memoria de licenciatura fue sobre las monedas del Museo Arqueológico de Badajoz (esta noche lo presenta su exdirector, Guillermo Kurtz, se conocen desde que estudiaron juntos).
Dinar de oro. / LA CRÓNICA DE BADAJOZ
El problema que aborda es que hasta el siglo X, con el Califato de Córdoba, la moneda era muy uniforme, tanto en oro como en plata.Pero a partir del siglo XI, con la división de los reinos de taifas, la economía sufre y se produce una mayor variedaden tipos, tamaños, inscripciones y calidad. Cada taifa tenía su «forma de ser», de manera que «desaparece toda unidad previa» y se produce «una situación bastante más compleja». El resultado es que «las monedas muchas veces son de peor calidad, de cobre prácticamente, aunque dicen que son de plata, son más difíciles de leer y se conservan peor». A pesar de la dificultad, este arqueólogo considera que «es una de las partes más interesantes de la numismática de Al-Andalus, por la cantidad de información que nos da».
Aunque su territorio era muy extenso, no se han encontrado muchas piezas
En concreto, con las monedas de los aftasíes, señala que «es un poco sorprendente», pues no son de gran calidad, comparadas con otras taifas, «a pesar de lo que las fuentes dicen sobre este reino». Alberto José Canto defiende que tienen su interés, porque cuando se ven todas las perspectivas, desde los comienzos hasta el final, con la llegada de los almorávides, comprueba que los aftasíes intentan hacer una política ajustándose a las necesidades de cada momento. «Del reino de Badajoz se cuenta que era muy rico, por eso hay que coger las fuentes con mucho cuidado, sin embargo sus monedas no son de las mejores de las taifas, son bastantes más humildes, no son lo que por ejemplo se hizo en Sevilla, Zaragoza o Valencia». Habría que conocer los motivos. «El problema con la numismática es que uno trabaja con la información que te dan las monedas y hay fuentes que te pueden decir que un reino es muy poderoso y sin embargo, tú solo puedes ver lo que las monedas dicen». En este caso, aparte de nombres y títulos, no son muy abundantes y tienen un valor «bastante escaso».
Poco oro y poca plata
La mayoría son fracciones de dinar (la moneda de oro, que suele pesar casi 4 gramos) y salvo algunos ejemplares, las aftasíes son piezas de un gramo o menos, un tercio o un cuarto de dinar. No es extraño, teniendo en cuenta que la de plata la hacían prácticamente de cobre para mantener un equilibrio entre la divisa más fuerte y la más pequeña, «es normal que redujeran el peso». Su moneda era de menor valor «porque se ajusta a sus necesidades del momento, no porque no tengan recursos, sino que quizás lo que están intentando es tener un sistema monetario equilibrado con sus necesidades». Por eso, «siempre ha sido muy llamativo» que las de Badajoz fuesen las más «discretas».
Aún quedan vacíos por cubrir y lograrlo depende de que salgan más monedas a la luz. No se conservan muchas. De hecho, en los grandes hallazgos desde finales del siglo XIX hasta la actualidad, de época taifa no hay grandes conjuntos aftasíes. «Hay pocas en comparación con otras». Llama la atención, pues su territorio era extenso y no se corresponde con la manifestación numismática. Van apareciendo piezas de colecciones particulares y en subastas. En el Museo de Badajoz hay algunas. En yacimientos de Ciudad Real, Cáceres y Elvas ha visto monedas de los aftasíes. En los últimos grandes hallazgos de época taifa en Valencia, de un millar de monedas solo una decena era de los aftasíes. «No digo que no se encuentren algún día», confía. n