El Córdoba CF vivió este fin de semana un punto de inflexión en la portería. La apuesta de Iván Ania por Iker Álvarezrelegando a Carlos Marín al banquillo, marcó un antes y un después en una demarcación que llevaba cuatro años con dueño indiscutible. El internacional andorrano debutó como blanquiverde en el empate frente al Racing de Santander (2-2) y lo hizo dejando un catálogo de paradas de mucho nivel, hasta cuatro intervenciones providenciales que evitaron la derrota, además de transmitir seguridad en el juego aéreo y solvencia con los pies. Un estreno de nota que, salvo giro médico o técnico, le ha colocado con ventaja para repetir titularidad este domingo en el Arena real contra la Real Sociedad B.

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