El presidente estadounidense, Donald Trumppresentó este viernes una nueva iniciativa para gestionar la llegada de inmigrantes al país. Esta vez, la Administración lanza una “tarjeta dorada” que permite a ciudadanos de terceros países obtener un visado mediante un pago voluntario de un millón de dólares.
La página web del programa promete recibir “en tiempo récord” un visado equivalente al EB-1 o EB-2que permite residir y trabajar en Estados Unidos. Sin embargo, los requisitos tradicionales de estos visados incluyen tener “habilidades extraordinarias en campos como la ciencia, las artes, la educación, los negocios o el deporte; profesores e investigadores destacados; o determinados directivos y ejecutivos de empresas multinacionales”, o bien ser profesionales con títulos educativos avanzados.
Con la nueva iniciativa, que Trump ya había mencionado en febrero, los únicos requisitos son “la habilidad de aportar un beneficio a Estados Unidos” mediante un pago de un millón de dólares y la aprobación del Departamento de Seguridad Nacional tras un “revisión exhaustiva de antecedentes”. “Lo más importante es que vamos a tener a grandes personas entrando (a EEUU), y lo van a hacer pagando”, dijo Trump ante los medios este viernes.
Un programa sin límites, pero limitado
El plan propuesto por Trump crearía una nueva categoría de visado con estatus de residente permanente legal en EEUU y una vía hacia la ciudadanía, algo que el presidente no puede implementar sin el beneplácito del Congreso.
Aunque otros presidentes han intervenido mediante órdenes ejecutivas en inmigracióncomo el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (Si) por Obama y el permiso humanitario de Biden para migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, conocido como CHNV—, estos programas no otorgaron un estatus legal ni ofrecieron una vía hacia la ciudadanía.
Además, el programa de Trump, aunque supervisado por los secretarios de Comercio, Estado y Seguridad Nacional, permitiría que cualquier persona obtuviera el permiso de residencia si su poder adquisitivo lo permite. Al ser preguntado si oligarcas rusossancionados hasta ahora por la invasión de Ucrania, podrían ser elegibles, Trump respondió: “Sí, posiblemente. Conozco a algunos oligarcas rusos que son muy buenas personas”. Este comentario no despeja las dudas de los críticos del nuevo programa, preocupados por la trazabilidad de los inversores y el origen de su dinero.
Un visado corporativo y la “tarjeta platino” en camino
La ‘tarjeta dorada’ para inversores particulares ya está operativa y permite presentar solicitudes a través de la página web del programa, pero las empresas también podrán patrocinar el visado de uno o más de sus empleados a cambio de un “regalo” de dos millones de dólares por cada solicitud. En este caso, el visado no es individual, puesto que uno de los beneficios para las compañías es el de revocar el visado a un trabajador y otorgarlo a otro sin necesidad de pagos adicionales.
Otra novedad es la ‘tarjeta platino’aún no disponible, pero que ya cuenta con una lista de espera a la que se puede acceder desde la página web del programa. A diferencia de la dorada, esta se obtiene con una donación de cinco millones de dólares y ofrece “la posibilidad de permanecer hasta 270 días en Estados Unidos sin estar sujeto a impuestos estadounidenses sobre ingresos obtenidos fuera del país”.
“Van a gastar mucho dinero para entrar”, concluyó Trump frente a los periodistas en el Despacho Oval mientras firmaba la orden para crear el programa de visados. “Va a generar miles de millones de dólares, miles y miles de millones de dólares, que se destinarán a reducir impuestos, pagar la deuda y a otras cosas buenas”.
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