Jordi Cruz es uno de los chefs más reconocidos de Españaconocido por ser el creador del restaurante ABaC, galardonado con tres estrellas Michelin. El chef catalán se distingue por su cocina innovadora, que combina creatividad, técnica y experiencia. Alejado de los fogones, también es reconocido por su papel como jurado en el programa MasterChef.
Conseguir el éxito no es nada sencillo, y el catalán ha tenido que dedicar innumerables horas para llegar a donde está. Hace unos días, concedió una entrevista a ‘Se me Antoja by Montagud’, en la que se abrió por completo para contar cómo es trabajar en el mundo de la restauración y en la televisión.
Desde que se le presentó la oportunidad de formar parte del jurado de ‘MasterChef’, el cocinero no dudó: “Soy tan ambicioso y tan currante que no he renunciado a nada“.
“Yo voy a grabar y, cuando vengo de Madrid, paso por delante del restaurante y no tengo narices, aunque me haya levantado a las 5 de la mañana, de a las 9 de la noche, cuando están dando servicio, no pararme. Me paro y entro y pasan dos cosas buenas: me siento bien y mi gente dice: ‘Joder, este tío se ha levantado a las 5 y ahí está'”, comentó el dueño del AbAC sobre cómo es un día en el que tiene que compaginar ambas actividades.
Hace unas semanas, el cocinero aseguró a RAC que “la gente joven no quiere trabajar de camarero”unas declaraciones que generaron mucha polémica. Jordi Cruz quiso profundizar en su teoría en ‘Se me Antoja by Montagud’, ya que cada vez le resulta más difícil formar a sus equipos de trabajo por esta razón.
“Antes tenías equipos que te duraban años, que podías hacer formaciones muy largas y eran equipos muy fiables. ¿Es bueno o es malo? Yo no lo sé. Quizás soy yo al que me equivoco“, aseguró en la entrevista.
El cocinero señaló que una de las cosas que nota es que antes la gente se conformaba con ganar dinero, pero ahora buscan también tener más tiempo libre. A pesar de que paga buenos sueldos y ofrece las ocho horas de trabajo diarias, aún se encuentra con ciertas reticencias por parte de los empleados.
“Cuando tú das y das y das, también quieres de la otra parte. Doy sueldos, tiempo, horas y no hay ese vínculo con la empresa. No diré que sea una falta de vocación, no tengo la respuesta, pero solo soy objetivo”, zanjó.