El Barça se va al descanso con ventaja en el marcador (0-1) ante un Villarreal que se quedó diez hombres tras la tarjeta roja mostrada a Renato Veiga por una falta sobre Lamine Yamal. El conjunto azulgrana empezó el encuentro con dificultades para imponer su juego y sufrió en los primeros minutos, pero con el paso del tiempo fue asentándose sobre el césped. De menos a más, el equipo supo aprovechar la superioridad numérica para llevar el peso del partido y marcharse al vestuario con sensaciones positivas.

Fuente