Osasuna 2-0 Levante
Los problemas del Levante quedaron evidenciados por la decisión de despedir a Julián Calero la semana pasada, pero debe haber algunos en Pamplona preguntándose si Alessio Lisci podría temer el mismo destino si Los Granotas hubieran logrado la victoria en El Sadar el lunes por la noche. El técnico italiano consiguió un resultado muy necesario.
Osasuna tuvo un comienzo perfecto, cuando en el minuto 12 Víctor Muñoz les dio la ventaja. Rubén García revisó el interior y encontró un centro para que Muñoz se adelantara a su marcador y cabeceara desde corta distancia. El Levante, con Álvaro del Moral a cargo de forma interina, respondió con varios ataques peligrosos en la primera mitad, lo que obligó a Enzo Boyomo a realizar un despeje crucial en la línea de gol poco después. Sergio Herrera se vio obligado a realizar una buena parada rasa tras un disparo lejano diez minutos antes del descanso.
Sin embargo, fue García quien volvió a dar triunfos a Lisci, abriendo una línea de ataque con Ante Budimir, Muñoz y Aimar Oroz, justo antes del descanso. Moviéndose hacia adentro, su disparo se desvió perversamente y dejó a Mat Ryan buscando aire.
El Levante, a distancia
La segunda mitad comenzó con Budimir teniendo la mejor oportunidad del segundo tiempo, arrastrando un recorte al primer palo apenas desviado. Sin embargo, ese fue el momento más significativo en mucho tiempo, y gracias a Osasuna, frenaron cualquier intento del Levante de ganar impulso, convirtiéndolo en su partido más cómodo en mucho tiempo.
La victoria rompe una racha de siete partidos sin ganar para Osasuna, que se remontaba a más de un mes, y le da a Lisci un respiro. Para el Levante, se suma a la sensación de que su equipo avanza penosamente hacia el descenso, con poca reacción ante la salida de Calero. Los Rojillo se sitúan en 15 puntos, a tres del Girona y del descenso. El Levante está estancado en la parte inferior de la tabla, con nueve puntos y ahora a cinco de la seguridad.






