Los peinados tirantes se convirtieron en un recurso práctico para lograr una apariencia prolija en pocos segundos. Sin embargo, los expertos recuerdan que este gesto repetido a diario puede afectar seriamente la salud del cabello.

El problema no radica en los productos de fijación, como gel o laca, sino en la tensión excesiva que se aplica sobre el bulbo piloso. Esta tracción constante debilita la raíz, provocando caída localizada, irritaciones y afinamiento progresivo de las fibras capilares.

La especialista en color y cuidado capilar Georgina Buscaglia advierte sobre las consecuencias de este gesto tan común y enumera algunas recomendaciones para la salud capilar.

Mayor riesgo si el pelo está húmedo

El daño puede intensificarse si el cabello se ata cuando todavía está mojado.

La humedad retenida en el cuero cabelludo genera un ambiente propicio para la caspa y la falta de oxigenación de la raíz.

Esto se traduce en fibras más frágiles y quebradizas, que con el tiempo pierden densidad.

El verdadero enemigo es la tracción

Durante años se culpó al uso de sprays, lacas o geles por el deterioro capilar. Sin embargo, la evidencia apunta a otro responsable: la fuerza mecánica de los peinados tirantes, mantenida de manera repetitiva.

Los fijadores cumplen una función estética, pero no son los que generan el debilitamiento del folículo, aclara la especialista. “La práctica cotidiana de sujetar demasiado el cabello es la que produce los daños más visibles”, insiste Buscaglia.

Las niñas también están en riesgo

El hábito de llevar peinados ajustados todos los días no sólo afecta a los adultos. En escuelas, clases de danza, gimnasia o patín, es común que las niñas usen colitas o trenzas muy apretadas.

Aunque no se apliquen productos de fijación, el cabello infantil está en pleno desarrolloy la tracción diaria puede dejar consecuencias a futuro. Lo que se percibe como prolijidad puede convertirse en un factor de debilitamiento temprano de la raíz, recuerda la experta.

Consejos para proteger la salud capilar

Los especialistas coinciden en que no se trata de eliminar las colitas o los rodetes de la rutina, sino de usarlos con moderación y variar los estilos. Algunas recomendaciones prácticas son:

  • Alternar la ubicación de la cola o trenza para no forzar siempre la misma zona.
  • Elegir crujientes o gomitas recubiertas para evitar cortes en la fibra.
  • Reservar los peinados muy ajustados sólo para ocasiones especiales.
  • Evitar atar el cabello cuando está mojado.
  • Incorporar días de pelo suelto o recogidos más flojos.

La raíz, clave para la salud del pelo

Un peinado tirante de vez en cuando no representa un problema, aclara la experta. El riesgo aparece cuando la tensión se convierte en rutina diaria.

La salud capilar comienza en la raíz, y protegerla es fundamental para prevenir la caída y conservar la densidad del cabello.

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