Navalny, de 47 años, murió repentinamente en febrero de 2024 en prisión por encima del círculo del Ártico, privando a la oposición de Rusia de su líder más carismático. Había estado cumpliendo una sentencia de más de 30 años tras las rejas por cargos que él y la UE denunciaron como motivados políticamente para suprimir sus críticas al presidente ruso Vladimir Putin.

Durante casi una década, Navalny fue el crítico doméstico más persistente de Putin. En agosto de 2020, fue puesto en coma inducido médicamente después de ser envenenado con el agente nervioso Novichok, un ataque que alegan que sus partidarios fue patrocinado por el Kremlin. Se recuperó en Alemania, pero cuando regresó a Moscú en 2021, las autoridades lo arrestaron inmediatamente.

El año pasado, Navalnaya rechazó las afirmaciones de los investigadores rusos de que Navalny murió a causa de una “combinación de enfermedades”, insistiendo en que presionaría por una investigación criminal sobre lo que considera el asesinato de su esposo, mientras que su equipo continuaría llevando a cabo su propia investigación independiente.

Altos funcionarios europeos Dijo que consideraron a Putin directamente responsable de la muerte de Navalny. El AP y The Wall Street Journal El año pasado citó a las fuentes anónimas de inteligencia estadounidense diciendo que no había ningún arma de fumar apuntando a la participación directa de Putin en la muerte de Navalny, aunque no disputaron que finalmente fue responsable.

Navalnaya repitió el miércoles que consideraba que Putin era responsable de la muerte de su esposo y exigió que los laboratorios liberen sus hallazgos sobre lo que llamó la “verdad inconveniente”.

“Estos resultados son de importancia pública y deben publicarse. Todos merecemos saber la verdad”, ella dijo.

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