Las canchas de fútbol no son solo espacios de juego, sino también semilleros de valores y, por supuesto, desarrollo personal. En Belgrano, esta filosofía se extiende en las escuelas de fútbolun proyecto que incluye 17 sedes distribuidas en la provincia de Córdoba: 12 en la capital y cinco en el interior. Estas escuelas reúnen a más de 1.700 chicos y chicas de entre 5 y 16 añosofreciéndoles una experiencia integral que trasciende lo deportivo.
Kevin Constantindirector de las escuelas, es quien lidera esta iniciativa. Tiene 31 años, es oriundo de Unquillo, hijo de Julio, actual colaborador del entrenador Ricardo Zielinski en el plantel profesional. Kevin cuenta los alcances de las escuelas en el siguiente video publicado, también en la cuenta de Instagram de La Voz.
Para él, el objetivo principal es “inculcar, a través del deporte y la práctica del fútbol, la enseñanza de valores, el desarrollo de destrezas y habilidades para que los niños puedan crecer”.
Y destaca que las escuelas son “un espacio recreativo y participativo”en el que los chicos tienen la oportunidad de vestir la camiseta del club y representar su escudo.
Constantin subraya la importancia del cuerpo docente, compuesto por más de 100 preparadores físicos y profesores. “Consideramos que los profes, los docentes, son muy importantes. El respeto hacia ellos, la enseñanza, el entender que los niños están aprendiendo, que el rival de turno no es más que un compañero que está en otra entidad”, explica.
Esta dedicación a la formación no solo es técnica, sino “también humana”, buscando que el deporte sea una herramienta para incorporar valores, fomentar la inclusión social, progresar y cuidar la salud.
El trabajo de los profesores sigue una metodología progresivaadaptada a las distintas edades. Mientras que para los más pequeños la actividad es más recreativa y lúdicabuscando que aprendan y disfruten a través del juego, a medida que crecen se incorporan conceptos más complejos de táctica, lectura de juego y roles en el partido.
¿Lo que más gratifica a Constantin en su rol? “Es ver el desarrollo de los chicos, ver la evolución, cómo defienden el escudo, cómo representan la camiseta de Belgrano y cómo persiguen su sueño de ser jugadores de fútbol”, afirma.
De la escuela a las inferiores: el camino del talento
Además de su fin recreativo, las escuelas de fútbol de Belgrano funcionan como un primer paso clave en la identificación y desarrollo de talentos.
Se realizan procesos selectivos en los que se detecta a los niños destacados de las distintas sedes.
Estos jóvenes son invitados a entrenar en el predio de Villa Esquiú, donde, con una metodología y planificación guiadas, se evalúa su evolución con la intención de que puedan probarse e integrar las divisiones inferiores del club.
Este sistema viene demostrado su efectividad: actualmente hay alrededor de 20 jugadores que iniciaron su camino en estas escuelas y hoy forman parte de las inferiores.
Un caso emblemático es el del delantero Gonzalo Zelarayánquien se formó en una escuela antes de pasar a las divisiones juveniles y luego a la primera del club.
Constantin reconoce que las escuelas son “un gran lugar de iniciación para los niños”, el sitio “donde se enamoran de la práctica deportiva”, incorporando el hábito del entrenamiento.
¿Quiénes pueden acceder a esta experiencia?
Las puertas de las escuelas de fútbol de Belgrano están abiertas para todos. Niños y niñas de entre 5 y 16 años pueden sumarse a esta experiencia.
La inscripción no es exclusiva para socios del club: cualquier persona puede anotar a sus hijos e hijas. Para ello, deben buscar la sede más cercana a través de la página web oficial del club.
Además, el club invita a licenciatarios interesados en abrir nuevas sedes bajo el nombre del “Club Atlético Belgrano”, alentándolos a contactarse a través de sus redes oficiales.
“En definitiva, las escuelas de fútbol de Belgrano no solo buscan formar deportistas, sino también individuos íntegros, utilizando el fútbol como una poderosa herramienta de crecimiento personal y social, defendiendo el escudo y persiguiendo sueños”, sentencia Constantin.