Un estudio concluyó que Lamine Yamal recibe más abusos raciales en las redes sociales que todos los demás jugadores de La Liga juntos. El delantero del Barcelona, ​​que fue atacado por la afición del Real Madrid en el Santiago Bernabéu en 2024, es la principal figura del odio online en España.

El flagelo del racismo ha ido en aumento en los estadios y aparentemente también en línea en los últimos años en el fútbol español, y últimamente ha recibido una mayor visibilidad y castigo penal. El rostro de la campaña en su contra ha sido Vinicius Júnior, que recibe el segundo mayor número de ataques raciales online.

Lamine Yamal recibe la mayoría de los abusos raciales en las redes sociales

El estudio, realizado por el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (Oberaxe), utiliza un sistema de inteligencia artificial llamado FARO para detectar ataques raciales. Durante la última temporada se registraron un total de 33.438 ataques de contenido denunciable. El Pais han publicado sus hallazgos, y los resultados son que Lamine Yamal ha recibido el 60% de todos los abusos raciales en línea. Entre la estrella del Barcelona y Vinicius (29%), representan casi el 90% de todos los ataques, siendo Kylian Mbappé, Alejandro Baldé, Brahim Díaz e Iñaki Williams los otros objetivos de mayor rango.

Imagen vía BeIN Sports

El estudio encontró que los jugadores del Barcelona (32%) y Real Madrid (34%) son los más atacados con diferencia, seguidos por el Real Valladolid (17%), Valencia (8%), Athletic Club (6%), Real Sociedad (5%) y Atlético de Madrid (5%).

Twitter/X es el peor en la vigilancia del abuso racial

De los sitios analizados, Oberaxe descubrió que Facebook era el sitio más activo en la lucha contra el racismo. El abuso comentado o publicado fue eliminado en el 62% de los casos, mientras que el peor sitio para controlar el odio racial es Twitter/X. La plataforma de Elon Musk elimina solo el 10% del contenido reportado que incluye abuso racial.

La Liga ha intensificado sus esfuerzos para combatir el racismo en los estadios, pero en un contexto global, hay muchos que sienten que los castigos impuestos por las autoridades españolas no son lo suficientemente consistentes o severos como para convertirse en un elemento disuasorio.



Fuente