Por una parte era previsible, por la otra no. Fue una sorpresa ver apuntados a un torneo FIP Platinum a parejas de la talla de Chingotto y Galán o a Franco Stupaczuk y Martín di Nenno en su tercer proyecto juntos. Tenía mucho sentido que optaran por ello, cada pareja con objetivos diferentes. Pero estamos a final de temporada, los jugadores están al límite físicamente y añadir un torneo más en el calendario al final no se ha considerado buena idea.

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