Dispositivos conectados mejoran la nutrición, la seguridad y el descanso de las mascotas del hogar
Las mascotas están viviendo su propia revolución tecnológica. En los últimos años las nuevas tecnologías desembarcaron con fuerza en el mercado de productos para perros y gatos redefiniendo los conceptos de cuidado y bienestar animal. Sensores, cámaras inteligentes, comederos automatizados y collares con inteligencia artificial son algunos de los dispositivos cuya demanda crece en el país acompañando una tendencia global.
Las cifras lo confirman. En 2023, el mercado global del “pet tech” (tecnología para mascotas) movió más de US$ 6.000 millones, y se espera que alcance los US$ 17.000 millones en 2030 según la consultora Fortune Business Insights. El fenómeno parecería responder a un cambio cultural: para las generaciones más jóvenes, las mascotas son parte de la familia y su bienestar se gestiona con la misma lógica que cualquier hogar inteligente.
En Argentina, donde siete de cada diez hogares conviven con un perro o un gato alcanzando una de las tasas más altas de la región, son por sobre todo los millennials y miembros de la Generación Z quienes más impulsan el concepto de Smart Pet Home: dispositivos conectados que mejoran la nutrición, la seguridad y el descanso de las mascotas del hogar.
Especialistas en consumo coinciden en que la pandemia y el teletrabajo reforzaron el vínculo emocional con las mascotas, y que las rutinas actuales —días largos fuera de casa, viajes de trabajo, espacios reducidos— impulsan soluciones que permitan monitorear, alimentar y entretener a los animales aun a distancia.
En cualquier caso, los dispositivos inteligentes para mascotas dejaron de ser rarezas importadas y ya forman parte del catálogo de muchas tiendas especializadas y sitios de venta online.
LOS MÁS SOLICITADOS
Entre los artículos más solicitados se encuentran los collares rastreadores que funcionan combinando tecnologías de conectividad para localizar a nuestras mascotas en tiempo real. Estos dispositivos envían la ubicación de las mascotas que los portan a través de una red celular o Wi-Fi hacia una app en el teléfono del dueño, permitiendo ver su recorrido en un mapa. El sistema puede también enviar alertas si el animal se aleja demasiado, si queda atrás o si detecta un movimiento inusual.
Los dueños de mascotas que pasan muchas horas fuera del hogar cuentan también con comederos inteligentes. Se trata de dispensers automáticos que permiten programar las comidas diarias, ver a la mascota en tiempo real y activar porciones desde el celular. Algunos de ellos vienen equipados incluso con una cámara con visión nocturna y la posibilidad de grabar mensajes de voz.
Para los dueños más exigentes existen también sofisticados collares capaces de monitorear la salud de sus mascotas registrando frecuencia cardíaca, respiración, temperatura, actividad, sueño y otros parámetros vitales cada varios minutos. Algunos modelos analizan patrones con inteligencia artificial y detectan signos tempranos de dolor o enfermedad, lo que resulta especialmente valiosos para mascotas con edades avanzadas o enfermedades crónicas.
Una opción curiosa pero cada vez más solicitada es un timbre inalámbrico que permite al animal avisar cuando quiere entrar o salir de la casa sin arañar puertas o ladrar. Se activa con un leve toque y alcanza hasta 300 metros. Algunos modelos cuentan varias melodías configurables, volumen regulable y un velcro para su fijación.
Para resolver la falta de actividad física en mascotas que pasan largas horas en interiores lejos de sus dueños existen también pelotas interactivas autónomas que se mueven solas, cambian de dirección ante obstáculos y encienden luces LED para captar la atención de gatos y perros.
Frente a semejante oferta parece claro que las nuevas tecnologías ganaron ya un lugar en el cuidado de las mascotas que no probablemente tienda a ser cada vez mayor. Su futuro, prevén los expertos del sector, será una combinación de datos biométricos, inteligencia artificial y bienestar animal.
En otras palabras: el cuidado del perro o el gato ya no dependerá sólo de cariño y rutina, sino también de dispositivos capaces de anticipar sus necesidades estén o nos sus cuidadores junto a ellos en el hogar.





