En el fútbol, a veces los gestos técnicos nacen de la necesidad más que de la intención. Eso le pasó a Miguel Brizuela en el partido entre Atlético y Newell’s, cuando quedó en el piso y, para no perder la pelota, improvisó una maniobra que terminó siendo una de las postales de la noche.
El defensor “decano” intentaba cubrir el balón en su propio campo, pero justo se cayó al frente de Gonzalo Maroni. En ese instante, en lugar de resignarse a perder la posesión, estiró el pie y metió un caño perfecto que dejó desairado al volante rosarino. No solo logró conservar la pelota, sino que se levantó de inmediato y continuó con la jugada en el “Coloso”.
La acción no tardó en volverse viral. Videos de distintas cámaras circularon rápidamente en redes sociales, donde hinchas de Atlético celebraron el gesto como una muestra de coraje y picardía.
Más allá del resultado del encuentro, la jugada de Brizuela quedará como uno de esos momentos que trascienden el marcador y que alimentan la mística del fútbol argentino: la mezcla de garra y fantasía que, cuando menos se espera, puede surgir de la nada y convertirse en un fenómeno viral.