Las Naciones Unidas han advertido del deterioro de las condiciones humanitarias de los civiles atrapados desde hace casi 500 días en la ciudad de El Fasher, capital del estado de Darfur del Norte, en el suroeste de Sudán. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas confirmó que los civiles asediados enfrentan condiciones humanitarias que el organismo internacional calificó de “horribles”, señalando que la población quedó sin alimentos, agua y artículos de primera necesidad para sobrevivir.

La oficina de la ONU pidió a todas las partes que permitan de forma inmediata y segura la entrada de ayuda humanitaria, destacando que había recibido informes de violaciones graves y la comisión de muchos crímenes durante el control de las ciudades de El Fasher y Bara por parte de las Fuerzas de Apoyo Rápido.

Informó que había recibido relatos horribles de ejecuciones en el campo, asesinatos en masa, violaciones, ataques contra trabajadores humanitarios y desplazamientos forzados.

Anunció que se habían cortado las comunicaciones en toda la ciudad de El Fasher y que reinaba un caos total sobre el terreno, y exigió que se llevaran a cabo investigaciones independientes, rápidas, transparentes y exhaustivas sobre todas estas violaciones y que los responsables rindieran cuentas.

Naciones Unidas calcula que unos 36.000 civiles han huido de El Fasher desde el pasado domingo debido a los enfrentamientos que estallaron entre las Fuerzas de Apoyo Rápido y el ejército sudanés, y muchos de ellos se dirigieron a la ciudad de Tawila, que albergaba originalmente a unas 650.000 personas desplazadas.

El jefe del Consejo de Soberanía de Transición de Sudán, Abdel Fattah Al-Burhan, dijo que la valoración de los dirigentes en El Fasher era abandonar la ciudad debido a la destrucción sistemática a la que había sido sometida, un día después de que las Fuerzas de Apoyo Rápido anunciaran su control sobre la misma.

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