Rachel Reeves ha insistido en que Gran Bretaña puede “desafiar” los sombríos pronósticos económicos mientras prepara su presupuesto el próximo mes, pero emitió una nueva advertencia sobre los inminentes aumentos de impuestos.

La Canciller está actualmente luchando por tapar un agujero multimillonario en sus planes de gasto antes de su paquete fiscal el 26 de noviembre.

En un artículo para el guardiánReeves pareció reconocer que su tarea se verá aún más difícil debido a una rebaja mayor de lo esperado en las previsiones de productividad.

Señaló los informes de que la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) se está preparando para rebajar sus previsiones de productividad en 0,3 puntos porcentuales.

Se estima que esto dejará un vacío en las finanzas públicas de más de 20.000 millones de libras esterlinas, y el ex canciller conservador Sir Jeremy Hunt lo describió como un “martillazo” a los planes laboristas.

Reeves culpó al Brexit, la austeridad y la crisis de Covid por dejar “profundas cicatrices” en la economía británica.

También allanó el camino para otra gran redada fiscal al advertir sobre las “opciones necesarias” y prometió “tomar las decisiones a largo plazo que redunden en el mejor interés de nuestro país”.

“Estas decisiones -y las decisiones que tomo en materia de presupuesto- no son gratuitas y no son fáciles”, añadió la Canciller.

Rachel Reeves, fotografiada en Arabia Saudita esta semana, ha insistido en que Gran Bretaña puede “desafiar” pronósticos económicos sombríos, pero emitió una nueva advertencia sobre los aumentos de impuestos que se avecinan.

Se especula que la señora Reeves podría incumplir las promesas del manifiesto laborista y aumentar el impuesto sobre la renta el próximo mes, mientras que el Tesoro también está considerando propuestas para un “impuesto mansión”.

El grupo de expertos del Instituto de Estudios Fiscales (IFS) advirtió a principios de este mes que Reeves podría necesitar 22.000 millones de libras en aumentos de impuestos o recortes de gastos.

Esto sería para restaurar el margen de 10.000 millones de libras que se dejó para cumplir sus objetivos de deuda en la primavera.

Esa brecha es el resultado de mayores costos de endeudamiento, una inflación más persistente y un crecimiento más débil, además de tener que financiar los cambios de sentido de los laboristas en los pagos de combustible de invierno y los recortes de asistencia social.

Pero el agujero en las finanzas públicas podría ser incluso mayor de lo que se temía, en medio de expectativas de que la OBR haga un recorte mayor de lo esperado en su pronóstico de productividad tendencial.

El IFS ha dicho que una rebaja de 0,1 puntos porcentuales en el pronóstico de productividad aumentaría el endeudamiento neto del sector público en £7 mil millones en 2029-2030.

Esto significa que un recorte de 0,3 puntos porcentuales podría suponer un golpe de 21.000 millones de libras para la señora Reeves.

Otros economistas han advertido que la Canciller se enfrenta a un agujero negro de hasta 50.000 millones de libras (que se llenará con aumentos de impuestos y recortes de gastos) antes de su presupuesto.

En su artículo periodístico, la señora Reeves dijo que no se “anticiparía” a las previsiones de la OBR, pero admitió que la productividad del Reino Unido ha sido “demasiado débil” desde la crisis financiera.

“La austeridad, un Brexit caótico y la pandemia han dejado profundas cicatrices en la economía británica que todavía se sienten hoy”, escribió.

‘Pero la tarea que enfrenta nuestro país –que enfrento yo como Canciller– no es volver a litigar el pasado o dejar que los errores pasados ​​determinen nuestro futuro.

‘Estoy decidido a que no nos limitemos a aceptar las previsiones, sino que las desafiemos, como ya lo hemos hecho este año.

“Hacerlo significa tomar las decisiones necesarias hoy, incluso en el presupuesto del próximo mes”.

La señora Reeves prometió apegarse a sus “reglas fiscales” y reducir la deuda de Gran Bretaña, pero pareció descartar recortes de gasto más profundos diciendo que “no habrá retorno a la austeridad”.

Dijo: “Si la productividad es nuestro desafío, entonces la inversión es nuestra solución”.

La Canciller también pareció descartar aumentos en el endeudamiento, diciendo que la inversión “no puede realizarse a costa de la responsabilidad económica”.

Sin recortes de gasto más profundos o un mayor endeudamiento, a Reeves no le quedará otra opción que aumentar los impuestos.

Y añadió: ‘Junto con la inversión, tomaremos decisiones a largo plazo que redunden en el mejor interés de nuestro país y que se opongan a nuestros oponentes políticos.

‘Desde construir una relación más estrecha con la UE y asegurar nuevos acuerdos comerciales con nuestros amigos y aliados hasta arreglar nuestro sistema de planificación fallido para que podamos construir casas para la próxima generación.

“Estas decisiones –y las decisiones que tomaré en materia presupuestaria- no son gratuitas y no son fáciles, pero son las opciones correctas, justas y necesarias”.

En su propio artículo para Los tiemposSir Jeremy dijo que la rebaja de la productividad de la OBR fue un “golpe de martillo para las cifras de Rachel Reeves”.

Hizo un llamado a la Canciller para mejorar la productividad nacional británica mediante la reforma del sector público.

Sir Jeremy dijo que esto ofrecería “una doble ventaja” de “mejores previsiones de productividad de la OBR pero también un gran impulso a las finanzas públicas”.

“Revertir nuestro debilitado sector público no sólo es esencial: también es posible”, añadió.

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