Los productores de automóviles eléctricos chinos se pavonean en Munich, con marcas como BYD, Changan, Xpeng y Leapmotor, que tiene una asociación con el fabricante de automóviles italiano-francés-estadounidense Stellantis, todos los modelos que muestran.
También quedaron claro que los deberes de la UE no les están disuadiendo de ingresar a Europa, aunque los impuestos están cambiando los tipos de modelos que están importando.
Los híbridos no están incluidos en las tareas, lo que los convierte en una alternativa atractiva a las versiones totalmente eléctricas.
En cada uno de sus lanzamientos de medios, las marcas chinas dijeron que se dedicaron a estar “en Europa, para Europa”.
Pero en su mayor parte, eso significa tomar un modelo vendido en China y ajustar la tecnología y los componentes para cumplir con las regulaciones europeas, en lugar de construir modelos desde cero con el público europeo en mente, dijo Pedro Pacheco, un experto en automóviles en la firma de consultoría Gartner.
La verdadera prueba de si los fabricantes de automóviles chinos ven a Europa como un mercado viable a largo plazo es si crean productos diseñados para europeos.